Capítulo 2
Los ojos sobre él y toda la atención recibida, era mas de la que esperaba obtener.
Cada día aceptaba un poco mas su nueva realidad, ya no estaba en el mundo moderno.
Se sentía agradecido y al mismo tiempo molesto. ¿Podían sus sentimientos ser mas contradictorios de lo que ya eran?
No le hacia gracia tener que empezar desde cero en un nuevo mundo, hasta hacerse de un nombre con peso.
Desde su nacimiento, sino es que mucho antes, había estado incontables veces frente a una gran cantidad de miradas hostiles.
En cada reunión familiar, se sentía como si todos estuviesen apuntando contra todos, esperando la mínima oportunidad para devorar a sus rivales.
Al igual que antes de ser convocado, no podía permitirse ningún error o mostrar en su rostro la mínima expresión.
Sus días pasados no eran nada en comparación con su realidad, pero eso tan solo le hacia sentir mas presión por actuar perfectamente.
Si sus ojos calculadores que observaban hasta el mínimo detalle no se equivocaban, y su memoria prodigio recordaba toda la información que el Rey estúpido le regaló como su única misericordia, entonces el hombre que sostenía entre sus dedos lo que parecía ser un cigarrillo, era El Gran Emperador Agathe De La Rosa.
Los hombres vestidos con túnicas doradas con blanco, claramente pertenecían a la iglesia.
Los que miraban en silencio sin mostrar sus intenciones, esos eran los nobles, lo mas cercano a un anciano de su vida moderna.
Y las mujeres, bellezas perfumadas y vestidas con ropas finas, esas tendrían que ser las concubinas.
Eran mujeres con naturalezas peligrosas.
Por un segundo Etienne temió, pero solo fue eso.
Etienne se mantenía firme, totalmente inquebrantable a la vista de cualquiera en el gran salón donde se llevaba a cabo la reunión hecha a prisa por Agathe.
De todos, tan solo su compañero, Pierre, quien se hacia pasar por un noble cualquiera, pudo percibir que su consorte se sentía un poco nervioso.
Pierre pensó que Etienne era magnífico e idóneo para ser su Emperatriz, había olvidado totalmente que su consorte era un hombre.
—¿Es esta la consorte que esperábamos?
El primero en hablar fue el Gran Emperador, el verdadero gobernante en el Imperio De La Rosa.
—Etienne Annette Babette, aclama ser la consorte enviada por el Reino de las Flores. Fue invocado hace solo dos meses atrás, en tiempos de guerra. Es un hombre de la época moderna, como lo dice el oráculo.
Ante la declaración de Pierre, su padre se preguntaba internamente por qué su heredero nuevamente se estaba haciendo pasar por un noble, pero decidió quedarse con las dudas.
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El Consorte Masculino©
FantasyMe convertí en la consorte masculina que sería entregada a un emperador tirano, mi final estaba cerca y las banderas de la muerte eran muchas. Se suponía que debían enviar a la mas hermosa princesa, pero en su lugar yo fui entregado. Un emperador qu...