Capítulo 6:
Empezar la mañana con sus deberes y obligaciones como sucesor al trono, nunca había sido motivo de enojo para el joven emperador, sin embargo aquel día le resultaba molesto.
Quería compartir un poco mas su valioso tiempo con Etienne y ver esa fea expresión en su rostro al encontrarse compartiendo cama con Pierre.
—¿Se puede saber en donde estuvo su alteza real? Todo el palacio entró en caos cuando huyó de la habitación de su concubina favorita.
El mas joven de los Calix, quien a su vez era el único familiar materno de Pierre, preguntó molesto.
Había pasado toda la noche limpiando el desastre causado por Pierre, sin poder acostumbrarse a lo nauseabundo que le resultaba encargarse de los cuerpos sin vida.
—Estaba jugando con un gatito travieso que no dudó en moderme.
Pierre respondió, sin saber que una risilla sincera se había mostrado sin permiso alguno en su rostro.
—En lugar de estar jugando con gatos, ¿no es mejor hacerlo en la cama con su consorte? Cuanto antes quede embarazado y de a luz, su posición se estabilizará.
El joven Duque Cellet Calix, le recordó gruñonamente a su primo.
Desde la muerte de su tía materna, la madre de Pierre y de su propio padre, el Duque, los Calix se habían visto amenazados por las otras familias de los príncipes.
Se encontraban en una posición desventajosa como amenazante.
Un príncipe como Pierre que era amado y favorecido por el Emperador, pero al mismo tiempo se le consideraba como indigno al trono por la humillación que sufrió de la mujer pecadora, estaba en peligro de perderlo todo.
—¿Mi primo no lo sabe ya? No puedo forzar al consorte, bien lo dice el oráculo.
Pierre repitió las palabras de su padre y pensó en Vanya.
No le resultó extraño ni tenía sospechas de su hermano, a pesar de haberlo encontrado en la habitación de su consorte a mitad de la noche, el joven emperador tenía una ligera idea de porque Vanya estaba ahí.
Después de todo, fue el príncipe llamado bestia y tratado como una abominación, el mismo que miró venir a Etienne.
Vanya podía ver el futuro pero no le estaba permitido intervenir ni cambiar, por lo tanto su habilidad fue tomada como algo poco útil.
Claro que, aquel pensamiento el Gran Emperador como el Joven Emperador, no lo compartían.
Para ambos Vanya era un tesoro invaluable.
—Estoy preocupado. El segundo y tercer príncipe han empezado a mostrar interés en el consorte masculino de su alteza.
Cellet reveló sus preocupaciones.
—¿Qué hay de mi cuarto hermano?
Pierre preguntó analizando toda la situación molesta que significaba ser un príncipe.
El segundo y tercer príncipe, eran como niños envidiosos con problemas de inferioridad. Todo lo contrario a el cuarto hermano nacido de la actual Emperatriz.
Esmeeh era inteligente y fue quien ideó humillar a Pierre de la forma mas vergonzosa que pudo imaginar.
No hace falta decir que de tener la oportunidad, Esmeeh no dudaría en robar a Etienne y embarazarlo a toda costa.
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El Consorte Masculino©
FantasíaMe convertí en la consorte masculina que sería entregada a un emperador tirano, mi final estaba cerca y las banderas de la muerte eran muchas. Se suponía que debían enviar a la mas hermosa princesa, pero en su lugar yo fui entregado. Un emperador qu...