Capítulo once: Ayuda

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Siyeon no podía creer la cantidad de trabajo extra que estaba haciendo esta semana. Su jefe había decidido dejar de pretender que no la odiaba y le había acumulado todo el trabajo posible.

Ya eran las nueve de la noche y todavía tenía un montón de trabajo acumulado que tenía que terminar para las ocho de la mañana. Probablemente no iba a dormir nada, lo que haría más pesado el trabajo al día siguiente.

Ella frotó sus sienes por la vigésima vez esa noche, esperando que algún milagro ocurriera o alguna recarga de energía le llegara para poder con eso.

Estaba escribiendo el treceavo reporte esa noche cuando escuchó que alguien tocaba su puerta.

Siyeon se levantó, sorprendida de escuchar a alguien afuera tan tarde. Podría ser algún vecino que necesitaba algo, así que fue a mirar por la mirilla de la puerta.

No esperaba ver el rostro sonriente de Minji del otro lado.

"Te traje algo de comer." Minji dijo con una sonrisa después de que Siyeon abriera la puerta. Siyeon no sabía qué había hecho para merecer a una amiga tan buena como Minji, pero tal vez había salvado a un país o algo así en su vida pasada.

"¿Cómo sabías que no había cenado todavía?" Siyeon preguntó mientras se dirigían hacia la cocina.

Minji sonrió con complicidad mientras veía todo el trabajo de Siyeon esparcido en la mesa de la cocina. "Tenía el presentimiento de que estabas demasiado ocupada para comer, así que pensé que sería lindo traerte algo."

Siyeon tomó los empaques de las manos de Minji, abriendo la comida y sirviéndola en platos para ambas. Minji debió de detenerse en su restaurante favorito tailandés, y Siyeon casi suspira de felicidad mientras olía la deliciosa comida que le recordaba a su hogar.

Siyeon hizo a un lado algunos papeles, despejando dos espacios en su mesa para que ella y Minji se sentaran. Ella sirvió un poco de jugo de mango para ambas, sabiendo que era el favorito de Minji siempre que venía a visitarla.

"Eres una diosa disfrazada." Siyeon dijo con honestidad mientras comía los fideos.

Minji rió mientras comía su propia comida. La chica estaba vestida con jeans y un suéter, con su cabello recogido en una simple coleta. Ha debido cambiarse después del trabajo. Siyeon estaba tan concentrada en la comida cuando Minji llegó, pero ahora que por fin estaba comiendo, podía apreciar la belleza casual de Minji y su confortable presencia.

Esto se sentía muy.... Doméstico, y Siyeon no pudo evitar disfrutarlo. Se sentía natural que ella y Minji estuvieran comiendo la cena juntas así, incluso aunque no estuvieran juntas de esa manera. El apartamento de Minji estaba muy lejos del suyo, así que se preguntaba qué había llevado a la otra mujer al otro lado de la ciudad.

"¿Cómo ha estado el trabajo?" Minji preguntó mientras bebía de su jugo, señalando a los desorganizados papeles en la mesa.

Siyeon dejó salir un suspiro cansado. "Está bien. Tenemos una cosa de último minuto de un cliente que tenemos que terminar, así que mi jefe decidió dejármelo todo a mí."

"Puedo ayudarte si quieres, no trabajo mañana." Minji ofreció, pero inmediatamente Siyeon se negó.

"Ya me ayudaste la semana pasada. No podría pedírtelo otra vez."

Minji había cumplido su parte de la apuesta y le había ayudado a Siyeon con el papeleo la semana pasada. Era una grandiosa trabajadora, así que Siyeon realmente disfrutó de hacer sus tareas al lado de Minji mientras trabajaban en la noche.

Ella se descubrió varias veces observando a Minji mientras trabajaba, muy concentrada mientras mordía la punta de uno de sus bolígrafos. A Siyeon no le importaba, estaba tan distraída con Minji que la chica podría hacer lo que fuera que Siyeon lo encontraría igual de atractivo y entrañable.

Orgasm [𝐒𝐈𝐍𝐆𝐉𝐈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora