𝓝𝓸𝓼𝓸𝓽𝓻𝓪𝓼

La noche

Un mes después:

Sakura 🌸

Otra vez lo mismo, desde semanas he estado recibiendo flores por las mañanas todos los días sin falta. Cada vez que me levanto y voy a salir encuentro un ramo de flores en la puerta.

Las primeras veces me resultó tierno, pensé que serían regalos de Ino pero le pregunté a ella y me dijo que eran suyas. Esta situación empezaba a darme escalofríos.

Flashback

Había quedado con Ino para desayunar, hacía un par de días que había estado recibiendo ramos de flores y lo primero que pensé fue que eran obsequios de mi Ino ya que tenía fascinación por las flores.

-Ino se me olvidó darte las gracias por tus regalos- dije sonriendo mientras me llevaba un trozo de pastel a la boca.

-¿De que estás hablando Sakura?

-No hace falta que te hagas la loca, eres toda una romántica eh- le di un pequeño codazo acompañado de una sonrisa pícara.- Te he pillado Ino.

-Sakura esto es serio ¿De qué hablas? Yo no te he regalado nada.

Me atore con el pastel mientras sentí como la sangre salía de mi cuerpo-¿Como que no has sido tú?

-Relajate Sakura, estas pálida- Ino se arrimo a mi para abanicarme con la mano- ¿De que se trata?

-He estado recibiendo flores- dije intentado calmarme- desde hace dos o tres días.

-¿Y no sabes de quién son?- negué con la cabeza- Vale bueno, no nos alarmemos ¿Si?

-Si... Esta bien

-Piensa que no es nada malo, es decir, puede haber sido cualquiera, una equivocación o algún amigo, Naruto por ejemplo.

-Tienes razón, no pasa nada- seguía evidentemente inquieta pero quitarle importancia me pareció lo más adecuado.

Fin del flashback

La primera semana simplemente tiraba las flores y a otra cosa pero ya estaba empezando a asustarme. Nunca antes nadie excepto Ino y Naruto se habían interesado en mi, mucho menos había tenido un acosador.

-Valla, veo que alguien no se rinde.- la abuela apareció a mis espaldas con el camisón que usaba para dormir.

-¡Abuela! Has estado algo resfriada últimamente y aquí hace frío ¿Porque no estás en la cama?- pregunté exaltada.

- Deja de tratarme como a una vieja moribunda quieres, soy una mujer lo suficientemente fuerte como para quedar postrada por un simple resfriado - Chiyo era simplemente terca- Bueno.... ¿Has descubierto quién es tu misterioso admirador secreto?

-Lo cierto es que no, pero sabes que, ¡Me da igual!- ya estaba harta de esta tontería, agarré el ramo y lo tiré con fuerza a la basura-¡Que le den a quien sea que no tiene una vida propia!

-¡Así se habla niña!- dijo mi abuela riendo desde la cocina.

Me senté a su lado para empezar el desayuno. Chiyo realmente me preocupaba, había estado demasiado débil últimamente.

- Abuela debería revisar tu temperatura, has estado mal últimamente.- le puse la mano en la frente pero ella se retiró rápidamente.

- Ya te he dicho que estoy bien, déjalo ya Sakura.- se levantó alterada a dejar su plato en la encimera y volvió a su cuarto.

En el tiempo que llevo estando con la abuela Chiyo nunca había sido tan desagradable conmigo, se que no es porque sea mala persona, creo que simplemente oculta algo.