~𝐿𝑖𝑚𝑎~ 2𝑑𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑜𝑐𝑜𝑙𝑚𝑜 ʰʸᵘⁿˡⁱˣ [✔]

𝟒 |『ᴛᴏʀᴍᴇɴᴛᴀ』

[Christopher]

La mañana transcurrió en un solo parpadeo.

En este mismo instante ambos nos encontramos en la sala principal, ya que luego de haber terminado con nuestros respectivos baños, nos dirigimos al lugar donde mayormente pasamos el tiempo. Claramente me ofrecí a hacer el almuerzo que Felix había pedido, incluso tenia planeado poner un poco de música mientras cocinaba y dejaba que el rubio se pierda viendo la televisión o algo por el estilo, pero no me había dado cuenta lo insistente que puede llegar a ser Felix una vez que quiere algo, y al final dedicimos hacer el almuerzo juntos porque su petición era esa, dejarlo cocinar para que tambien pueda desconcentrarse por unos minutos.

Sin embargo, estaba perfecto que me quiera ayudar, despues de todo debe tener su cabeza ocupada en otra cosa que no sea en su novio muerto. Y si, es fuerte referirme de esta manera hacia Hyunjin, pero, ¿como podria describirlo? Si de todas formas el ya no está a su lado y es hora de decir las cosas como son. No lo hago de malo ni digo estas cosas por malvado, pero creo que es momento de entender que Hyunjin lo había abandonado de la manera mas cruel que existe y era momento de aceptar esta mierda de realidad.

Y si, sé que soy culpable de todo eso, es por eso que siempre llevaré la culpa susurrando por encima de mi oído.

—¿Sabes picar las papas en cuadraditos?—cuestiono una vez en que nos dirigimos hacia la cocina y ahora me dedico a poner sal y algunos condimentos por encima de la carne—¿si quiera sabes pelar una papa?—sonrío ante mi sarcasmo y llevo finalmente la carne hacia el horno.

—¿Crees que soy un niño, Chris? Incluso llego a pensar que cocino mejor que tú—entrecierra sus ojos y luego se dirige hacia el cajón debajo de la mesada donde se encuentran los cubiertos, toma el pela papas y luego vuelve a su lugar—claro que lo sé hacer, pero debo admitir que se me complica un poco pelar las papas, ¿lo puedes hacer tu? Y mientras lo vayas haciendo, yo las voy cortando en cubos pequeños.

Sonrío tiernamente y me dirijo hacia el lugar del más pequeño, comienzo a pelar las papas y en el transcurso le explico la manera correcta de sostener la cuchilla para poder pelar la verdura, y todo esto de forma lenta para no cortarme a mi mismo. Una vez ya peladas y cortadas gracias a Felix, llevamos los cuadraditos hacia un olla con agua que ya estaba hirviendo desde hace un rato.

—¿Qué color de pelo planeas hacerte?—cuestiono mientras caminamos nuevamente hacia el sillón de la sala principal, pero ahora teníamos la tarea de esperar pacientes hasta que la carne se dore y las papas se ablanden para comenzar a hacer la ensalada que tanto Felix anhelaba.

—He pensado en... negro o castaño, ¿que dices?

—Lo que tu digas me parece perfecto, de todas formas cualquier color de pelo te quedará genial, Lix.

Y en la forma tan tierna que lo dije, logra sonrojar a Felix, quién baja su mirada lentamente y una pequeña sonrisa se forma en sus labios bonitos, lo que me toma por completa sorpresa ya que desde hace semanas que no sucede esto, tanto como el sonrojo y la sonrisa sincera que se asoma en su rostro. En verdad, me pregunto que estará pasando por la cabeza de Felix para cambiar así de manera tan drástica, ¿debería preocuparme?

—Gracias, señor policia.

—No me digas así porque tu odias a los policias.

El más pequeño suelta pequeñas risitas en su lugar para luego levantarse del sofá y dirigirse hacia la cocina, le copio la acción y me dirijo hacia el mismo lugar, encontrándome con la imagen de Felix mientras observa como están las papas. Me apoyo en el marco de la puerta y desde mi lugar me pierdo en su perfil, tan solo apreciando su piel blanquecina y sus pequeñas manos que se mueven por encima de la olla.