~𝐿𝑖𝑚𝑎~ 2𝑑𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑜𝑐𝑜𝑙𝑚𝑜 ʰʸᵘⁿˡⁱˣ [✔]

𝟏𝟗 |『ϙᴜɪᴇ́ɴ ᴇʀᴇs』

[Felix]

Los minutos, incluso los segundos, parecían ser eternos, más cuando llevábamos cinco minutos viéndonos en la misma posición que quedamos. Ninguno de los dos decía nada, solo yo que solté aquel "Hyunjin" pero sin recibir una respuesta a cambio, él simplemente siguió recostado en el suelo mientras me miraba a los ojos, tal como si estuviera apreciando el arte y la belleza propia en mi rostro, o es así como se sentía; pero como siempre, el más alto no tiene ningún gesto facial, sus facciones lucen totalmente neutro y serio, y claramente no puedo descifrar que es lo que estaba pensando o sintiendo.

—Hola—vuelvo a decir, más no recibí una respuesta verbal del contrario, sino que observé como se levantaba del suelo lentamente y caminaba hacia mi con sus pasos temblorosos, los mismo lo hacen ver como si tuviera temor en acercarse al vidrio debido a que un monstruo está frente a él que no lo deja acercarse más de lo aceptable, pero claramente, yo no soy el monstruo aquí, sino él.

—¿Por qué lloras?—entrecierra sus ojos mientras inclina un poco su cabeza hacia el costado para mirar de diferentes ángulos mi rostro, allí donde claramente se ven lágrimas.

Ante esto, inmediatamente llevo mi mano hacia mis ojos y seco las pequeñas gotas de agua de un solo movimiento, tratando de formular alguna mentira en mi cabeza para soltarle porque simplemente no podía decirle que estoy llorando porque lo amo mucho y que me duele demasiado que no me recuerde, más por el hecho de todo lo que fuimos hace unos meses atrás.

—Tengo un resfriado—suelto de repente, claramente con mi voz saliendo un poco quebrada debido al dolor, sin embargo, mi voz se oye también así cuando miento, y qué si no fuera porque Hyunjin perdió la memoria, se hubiera dado cuenta de aquello.

—¿Siempre lloras cuando tienes un resfriado? Eso es demasiado raro, incluso podría jurar que estas mintiendo—él suelta sus primeras risas, pequeñas, pero lo hizo, logrando que quiera morirme aquí mismo al ver su sonrisa (que aunque no eran las mismas de aquellas que solía realizar cuando me decía "te amo" y automáticamente su sonrisa se agrandaba aun más, o cuando me solía decir que mi cuerpo pequeño se vería hermoso con sangre encima de mi piel) era más que feliz al verlo así.

—Si, es un problema que tengo desde pequeño—miento.

El silencio nuevamente reinó; nos miramos el uno al otro como si eso es lo unico que sabíamos hacer, apreciar los ojos del contrario con total brillo en ellos y jurando que podíamos ver una galaxia de estrellas allí, donde para uno eran dos soles que siempre brillaban sin necesidad alguna, y simplemente para el otro eran dos lunas que representaban la oscuridad en su mayor resplandor. Ambos alumbrando sin necesidad pero que era naturaleza de ellos hacerlo. La luna y el sol, luz y oscuridad, día y de noche, una te quema mientras el otro te da una noche fría. Polos opuestos que siempre buscan encontrarse, aunque sean completamente diferentes en todos los aspectos posibles, tenían en algo en común que nadie sabe y que solo lo sabemos Hyunjin y yo. La atracción.

Se atraen mutuamente como una energía natural, logrando que se encuentren en algún momento del año mientras van buscándose el uno al otro como si fuera una necesidad para si mismos y para sobrevivir, porque al momento en que se encuentran, ven una posibilidad más para seguir brillando, una razón más para seguir vivos y dar vida a los demás, una razón más para no apagarse completamente, porque después de todo, tienen una razón para seguir girando alredor de la tierra, sabiendo que en algún momento, sus caminos se volverán a encontrar.

Estaba tan perdido en observarlo, que olvidé el hecho de que era un asesino en serie detrás de un vidrio aprueba de balas y de todos los objetos que haya en el mundo que pueda romper un simple vidrio, pero este claramente no era así, sino un vidrio especializado. Es totalmente estúpido del como llegué de repente y ahora estoy parado frente a Hyunjin sin poder decir nada, sin mencionar que si algún policía me ve aquí, posiblemente me reten o tal vez algo más debido a lo que el más alto es y por haber puesto mi vida en riesgo estando a solas con él. Pero nadie podría decirme nada, no cuando conozco hasta los más profundos sentimientos de aquel asesino, y como también conozco cada esquina de su cuerpo desnudo.