Capítulo 1.

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Pasó un tiempo después del intento de invasión de los Krang. Las tortugas regresaban a su vida cotidiana, aunque claro, tenían a un invitado extra proveniente del futuro, Casey Jones.

Él se encontraba sentado en la azotea de un edificio medianamente alto, pensando en qué sería de él a partir de ahora. "¿Habrá alguna forma de regresar?"- pensaba. "¿Qué pasaría si me quedo aquí para siempre?".

Leon: Hey, Casey! -. llamó el de franjas rojas a su nuevo compañero sacándolo de sus pensamientos.

Casey: Oh, hola maestro Leonardo -. dijo sin mostrar mucha emoción.

Leon: ¡Te he estado buscando! Michael ordenó muchas pizzas, veremos si Raph puede superar su récord de cuántas pizzas puede comer -. Puso una sonrisa divertida y una pose de victoria. Pronto se dio cuenta que el chico ni se inmutó, volvió a quedarse absorto en sus pensamientos. -¿Te preocupa algo? No reaccionaste a nada de lo que dije... -. Su cara cambió a una de desconcierto.

Casey: Lo siento maestro... es sólo que... -. Desvió su mirada, no quería decir lo que pensaba.

Leon: Bueno, primero que nada, ya te dije que no seas tan formal conmigo. Aunque mentiría si dijera que no me gusta -. Soltó una pequeña risa y con un movimiento de su cabeza ondeo las tiras largas de su bandana al aire como si fueran cabello. -Y segundo, somos amigos ahora, puedes contarme lo que sea -. Se sentó junto a él, paso su brazo por su cuello y sonrió amablemente.

Casey: No quisiera que lo tomara a mal ninguno de ustedes -. Leon se acercó un poco. -Maestr... digo, Leon... es muy lindo estar con ustedes... pero si ya terminé mi misión aquí ¿Qué será de mi? ¿Podré regresar a mi tiempo... o me quedaré aquí para siempre? -. Leon notó lo desanimado que estaba el chico. Supone que lo entendía, por más maravilloso que fuese esta ciudad es normal que quiera regresar a su tiempo.

Leon: Tal vez si se lo comentamos a Don nos pueda dar una explicación muy nerd y ayudarte a alivianar un poco con las posibilidades que pueda ofrecer-. Le extendió una mano. -¿Vamos? -. Casey tomó su mano sonriendo por debajo y sólo asintió con la cabeza.

Ambos bajaron de la azotea y se dirigieron a la guarida donde todos esperaban. Al llegar Raph estaba a punto de romper su récord y se escuchaba mucho ruido.

Michael y Don: Raph! Raph! Raph!... -. Los dos hermanos animaban entusiasmados al más grande.

Leon: ¡Oigan! ¿Porqué empezaron sin nosotros? -. Cruzó sus brazos en señal de molestia seguido por un Casey que se asomaba por un lado.

Raph: Tardabas... mucho... -. dijo el de rojo, o eso es lo que quería intentar ya que tenía la boca llena con pizza. -Si hubieras apurad... -. De repente se comenzó a atragantar con la comida interrumpiendo su propio comentario. Tosió mucho hasta que ya no pudo seguir respirando y puso una mano en su garganta y la otra la agitaba en el aire en señal de ayuda, pero parecía que los chicos no captaron a la primera.

Michael: ¡oh, oh... un juego! ¡Una palabra, no, tres palabras! -. Raph estaba totalmente rojo, casi inconsciente y desesperado.

Don: No Michael, se está ahogando... -. dijo algo indiferente, luego captaron todos.

Leon, Michael, Don y Casey: ¡Se está ahogando! -. Gritaron al unísono y en pánico. Raph molesto pero medio muerto terminó por caer al suelo.

Michael: ¡Agua, agua! -. Gritaba dando vueltas por la habitación pero sin ir por el agua. Leon fue el que corrió a la cocina por ella mientras que Don con los brazos metálicos de su caparazón abrazaba a Raph intentando hacer que escupiera lo que se le había atorado. Casey se posicionó frente de la gran tortuga.

Enemigo en comúnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora