₊˚ˑ༄ؘ ┊ CHAPTER THIRTY NINE °•*⁀➷
DANIEL RICCIARDO SE UNIRÁ A RENAULT PARA LA TEMPORADA 2019
—Maldita sea, Daniel.
Larissa se rió mientras leía el artículo de noticias sobre la salida de Daniel Ricciardo de Red Bull.
—No te sorprendas tanto Lara, sabes desde hace meses que me iba.— Daniel Ricciardo se rió mientras estaba acostado junto a su mejor amiga en su yate, ya que ella lo había invitado a unirse a ella por un día en su barco.
—Bueno, sí, pero eso fue principalmente porque se acercaron a mí.
—Sí, y eso fue antes de que decidiera que realmente quería irme.— Daniel sostenía a la chica en sus brazos mientras ella descansaba su cabeza en su pecho.
—Otra razón por la que ambos tenemos que patearles el culo la próxima temporada.— Larissa sonrió mientras dibujaba pequeños corazones en el pecho desnudo del hombre Ricciardo con los dedos.
—¿Alguien más sabe que irás a Mercedes?— Cuestionó a su mejor amiga mientras dibujaba círculos sobre su espalda.
—Solo Anthoine. Zahra se lo gritaría a todo el mundo, así que aún no se lo he dicho a ella, ni a Pierre.— Larissa admitió tímidamente.
—¿Sigues sin hablar con Lewis?
—¿Sigues sin hablar con Max?
El par se cuestionó entre sí, entrecerrando los ojos hacia el otro de manera desafiante.
—Se aprovechó de mi mejor amiga, Lara. Esa eres tú. Por mucho que lo quiera, estuvo equivocado y hasta que aprenda su lección, no le hablaré porque significas demasiado para mí.— Daniel habló con la chica Cohen, todavía enfadado con su compañero de equipo por aprovecharse y acostarse con una Larissa muy borracha.
—¿No estás todavía enojada con él, de todos modos?
Larissa asintió lentamente con la cabeza hacia arriba y hacia abajo. —¿Por qué crees que me he quedado con el tío Sebby y, ocasionalmente, con el tío Micky? Sé que yo lo inicié, pero ni siquiera podía pensar con claridad o ver con claridad.
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𝐋𝐄𝐆𝐀𝐂𝐘 ━ 𝒇𝒐𝒓𝒎𝒖𝒍𝒂 𝒐𝒏𝒆.
Fanfic𝐋𝐄𝐆𝐀𝐂𝐘 | Larissa Cohen estaba luchando por el legado de su padre, a quien presenció morir en un accidente en el Gran Premio de Italia, en Monza, cuando tenía ocho años. Luchó por su nombre, su padre, sus tíos, por las mujeres. Pero la peor luc...