Tres.

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—Genji, quisiera respetar la decisión de Izaki, pero él y yo también somos amigos... Estoy seguro de que nunca te lo dirá.

—¿Qué cosa? Desde hace un rato que no entiendo qué mierda sucede aquí. ¿Por qué Izaki está tan molesto?

—Es porque está enamorado de ti, idiota. -le responde Serizawa dándole la espalda y regresando a su asiento.

—... ¿Qué...? Un momento... ¿Qué diablos...?

Tokio suspira.

Esa no era la manera en que quería decirlo.

—Bien, no hay de otra. Sí, es así. Izaki tiene sentimientos por ti. Y estaba jodidamente celoso por nuestra cercanía, a pesar de que sabe lo de Serizawa y yo. También se pone celoso con cualquier tipo que se te acerca, y ni hablar de la chica del club; sin haberlo visto, ya puedo imaginar el cómo se siente por ello.

—... Tokio, deja de bromear.

—Estoy diciendo que es verdad. -replica. —Puedes actuar como si no supieras nada, o puedes hacer algo al respecto.

—¿Hacer algo al respecto? ¡Los dos somos alfas! -levanta su tono de voz ya exaltado.

El más alto retrocede unos pasos; Genji podría comenzar a expulsar feromonas agresivas, y él ha estado algo delicado después de haber ido al hospital, al cual fue a parar por un aborto inesperado. Serizawa los mira desde su lugar, tal vez está siendo egoísta y caprichoso como siempre, pero no pretende ayudar a su omega en este asunto.
A menos de que Genji se ponga realmente agresivo contra él.

—¡Si fuera yo un omega o Izaki lo fuera, podría entenderlo, pero no es así! ¿Enamorado de mí dices? -se queda en silencio tratando de procesar todo de nuevo. Mira hacia su espalda en dirección a la puerta. ¿Izaki realmente se había ido? ¿Qué tal si estaba escuchando aquello? ¿Cómo se sentiría? —... Mierda. -ignora a Tokio, quien le llama, esto debe de pensarlo en otro lugar, así que se va.



~


~


—¿Izaki-san?

—Vete. -ordena escondiendo su rostro entre sus brazos.

No sabe cómo es que Hiromi lo ha encontrado, aunque, bueno, no es como si fuera el mejor lugar posible para esconderse.

El salón de reunión.

Cuando la puerta está cerrada significa que él está ahí ocupado y nadie debe de entrar, como justo ahora la mayoría estaba en clases, (sin estudiar realmente) Izaki no se molestó en encerrarse.

Mala idea.

—Puedo darme cuenta de que tu alfa interior está deprimido, ¿Qué sucedió, Izaki-san? -insiste Kirishima, tomando asiento en el lugar frente al mencionado. —¿Takiya te dijo algo? Si es así, debes olvidarte de él. Un alfa no puede estar con otro alfa. Izaki-san, necesitas a un omega.

El rubio siente la mano de Kirishima tocando su cabello, las palabras dichas por este se repiten en su mente. Claro que eso ya lo sabe, pero su corazón añora a Takiya Genji, ni más ni menos.

—Izaki-san, sé que puedo ser un buen omega para ti. -le dice el pelinegro empezando a esparcir sus feromonas dulces, pareciera que su celo se acerca.

—Detente, Hiromi. -levanta su rostro para confrontarlo.

El mencionado aprovecha el momento para tomar al mayor del cuello y tirarlo hacia atrás mientras lo besa. Si no fuera por esto último, decir que estaban peleándose, no sería una equivocación.

Izaki se queja entre el forzado beso, su cuerpo cayó de lleno en el suelo junto a su asiento y Hiromi encima suyo, quien le cubrió la parte trasera de la cabeza para protegerlo, por lo menos eso sí lo pensó.

Kirishima deja salir más de sus feromonas en el intento de engatusar al alfa.

—Hi... ro... -quiere detenerlo, quiere alejarse, habla entre el beso, pero el olor que llega hasta su alfa interior empieza a hacer efecto. Su mente se va nublando.

—Izaki-san... -gime el pelinegro encima de él cuando el mayor finalmente comienza a acariciarlo.

Un banco sale volando hasta el otro lado del salón al ser pateado por alguien con tal furia.

Izaki y Kirishima se sobresalta y detienen el error que estaban a punto de cometer.

—Oi. ¿Qué mierda significa esto, huh?

—Genji...

Sí, Genji había ido a buscar a Izaki, quien en cuanto lo vio, agrandó sus ojos totalmente sorprendido. Soltó a Kirishima y lo empujó quitándoselo de encima.

—Espera, Genji, esto no es lo que crees. -le dice levantándose con rapidez.

—Jodido omega. -da unos pasos hacia el menor, el aire se torna demasiado denso, y sus feromonas hacen que el omega se asuste.

—¡Genji! -se interpone Izaki en su camino. —Cálmate un poco. -pide algo desesperado al chico enojado.

—¿Vas a defenderlo? -le pregunta acercándose hasta tener su frente pegada a la del otro. —¿Desde cuándo él es tu perra?

—Basta, Genji. -pone su mano en el pecho del nombrado para hacerlo retroceder.

Hiromi logra ponerse de pie, si se queda ahí más tiempo, no sabe qué podría hacerle Takiya.

Daría lucha, pero ya se ha humillado demasiado.

Si viera que Izaki no le defiende contra Genji... O en otras palabras; si lo viera preferir a Takiya por sobre de él, no tendría idea de cómo continuar viviendo.

Tanto así desea tener a Izaki.

—Muévete. -le ordena Genji al rubio notando que Kirishima está por irse.

—No. ¿Qué harás si lo hago?

—Voy a machacar a ese hijo de puta, por supuesto.

—¿Y por qué harías eso?

—... ¿Que por qué? Es obvio...

—¿Qué es obvio, Genji?

—... -traga saliva y mira hacia otro lado.

—¿Qué demonios viniste a hacer? No me digas que es solo una coincidencia.

—¡¿Y qué era lo que tú estabas haciendo?! -replica molesto, caminando hasta el asiento más cercano para patearlo. —¡¿Estás cogiéndote a ese omega bastardo?!

—¿Por qué debería decírtelo?

Genji regresa hasta él con agresividad. Lo sujeta de la chaqueta del uniforme y están demasiado cerca mirándose a los ojos. Izaki no dice nada, tiene esa expresión de indiferencia en su cara.

—¿Dónde está tu amor por mí?

Juego de alfas - Crows Zero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora