10

545 61 10
                                    


—Gracias por comprar todos mis rollos de canela joven, cuando los pruebe no se arrepentirá — El hombre sonriendo le extendió 2 bolsas con los dulces adentro. Sasuke agarró y se los dió a una Hinata tímida y alborotada. ¿En serio había comprado tantos?

—Son para ella, no me gusta lo dulce— Exclamó Sasuke guardando la billetera y alejándose del puesto yendo hasta su auto. Hinata lo siguió poniendo una sonrisa tímida para el señor y dando un gracias.

—Eres muy afortunada muchacha de tener un novio que te complazca— Habló por último siendo escuchado por ella ya que Sasuke había subido al auto.

Hinata subió con la cara roja hasta las orejas, al moreno le pareció gracioso y tierno por alguna razón su cara.

—¿Te comió la lengua el gato?— Bromeó intentando calmar el ambiente, también le había parecido algo... extraño que los hayan tratado como pareja, pero no le disgustó.

—¿E-eh? Nada de eso Sasuke-san... es sólo que, ya sabe— Intentó explicar Hinata, solo balbuceos salían de su boca. —Bueno... usted nunca explicó que nosotros no somos pareja.

—Tu tampoco explicaste nada— El auto comenzó a andar, Sasuke la miró de reojo. Hinata se mordió el labio inferior, algo que sabía que en ella era muy común pero en este momento lo hacía sentir tan hipnotizado.

Hinata no respondió, muchas emociones por una noche, miró la pantalla del auto de Sasuke, ya eran casi las 11p.m. Hanabi seguro ya estaría acostada.

—Mi madre me pidió que fuera a retirar unos documentos en su casa, iremos allí primero— Explicó Sasuke tomando la ruta que era en dirección a casa de sus padres.

Hinata sonrió y asintió, hace mucho que no veía a la señora Uchiha y a decir verdad ya la extrañaba.

Ambos llegaron a la casa de los padres de Sasuke unos 20 minutos después, Hinata en el camino comió uno de los rollos de canela que su jefe le había comprado, miró el reloj en la pantalla del auto, 11:26 p.m.

—Vamos— Comunicó Sasuke una vez estacionado el auto, salió y le abrió la puerta a ella, la cual tenía la bolsa de los dulces en su mano. —¿Vas a entrar comiendo?—

La peliazul se sonrojó y por poco se ahoga, tragando fuerte.

—¡N-no! Y-yo... Quería compartir algunos con tu familia...— Mencionó algo dudosa refiriéndose a los dulces.

Sólo la miró unos segundos y tocó el timbre. Un minuto quizás había pasado e Itachi abrió la puerta, el cual miró a Sasuke extrañado con una ceja levantada, pero cuando vió a la Hyūga detrás de él le sonrió mientras se acercaba a ella y apartaba a su hermano menor.

—Oh Hinata... ¿Qué haces aquí? ¿Viniste a verme? ¿Qué es eso?—  Itachi abrumó el espacio de la mujer la cuál se encogió de hombros en su lugar y no pudo evitar sonrojarse. La salvó el Uchiha menor, el cual tomó la cara de Itachi alejándolo de ella. —Que amargado— Lloriqueó Itachi en un puchero.

Ambos entraron a la casa, donde la chica con cuidado tomó uno de los dulces y se lo extendió a Itachi.

—¿Te gustan?...— Preguntó tímida, pues aunque también lo conocía de años, no se había acostumbrado a su personalidad coqueta y a la vez seria. Él lo tomó entre sus manos y lo mordió.

—Gracias Hina.— Sonrió mientras miraba a Sasuke el cual solo miraba la escena de ambos callado, algo malhumorado que llamara 'Hina' a Hinata. —¿Qué haces aquí?—

—¿Qué haces tú aquí?— El menor lo miró con desagrado.

—Es la casa de mis padres, puedo venir cuando quiera.— Itachi lo desafió con la mirada.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 04, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mucama SasuhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora