Hinata se encontraba en su cuarto de descanso. Ese lugar que estaba en el fondo de la casa que le mostró Sasuke cuando ella comenzó a trabajar hace 8 años.Debía admitir que al principio ese lugar daba miedo, todo era tan... Blanco que se veía como un hospital. Pero con el tiempo ella fue decorando el lugar a su medida, claro con permiso de su jefe.
Puso algunos cuadros, algunas plantas, un aromatizador lavanda, y algunos adornos que ella tenía de sobra en su casa.
Se sobresaltó al sentir la alarma a su lado, rápidamente la apagó y se levantó de la cama.
A veces ella dormía ahí cuando terminaba su hora muy tarde. Además de que Sasuke no la dejaba ir de noche sola pero tampoco la llevaba.
Mandó un mensaje de texto y dejó el celular en la mesita de luz.
Abrió la pequeña ventana que tenía en la habitación y dejó que el aire entre. Era un bonito día.
Buscó en el armario la poca ropa que dejaba ahí y sacó una camiseta negra junto con una blusa mangas corta rosa con franjas blancas y un pantalón de licra negro que le llegaba por arriba de las rodillas acompañado con una falda que era más abajo de las rodillas.
Recogió su cabello en una cola baja dejando su flequillo al aire, cepillo sus dientes y fue a la cocina.
—Itachi-san... Buenos días— Saludó cortésmente cuando vió al hermano mayor de su jefe en la cocina.
—Buenos días Hinata-san. Estás linda— Cortejeó cuando dió una pequeña mirada de cuerpo completo a la mujer que había entrado.
Hinata sin poder evitarlo se sonrojó y sonrió sintiéndose bien con la vestimenta que había elegido.
—Muchas gracias... ¿Necesita algo de la cocina?— Él negó con la cabeza levemente.
—Sasuke olvidó la llave de aquí en casa de nuestra madre, sólo se la traje— Explicó extendiendo un juego de llaves poniéndolo en la mano de la Hyūga.
—Oh... Gracias por traerlo, se lo daré cuando despierte— Hinata guardó la llave en uno de los bolsillos del mandil que se había puesto cuando conversaba con Itachi y puso a calentar agua.
—¿Sabes de algún lugar cerca que vendan dangos?— Sacó plática cuando ella se centró en su trabajo.
—Uhm... Creo que hay una cafetería cerca de aquí, dos cuadras al éste— Respondió cuando terminó de sacar una taza, un plato pequeño y uno mediano y para preparar el café de Sasuke.
—¿Tú sabes hacer dangos Hina?— Preguntó curioso.
—¿E-Eh?... No he practicado mucho pero sé hacerlos. Mi hermana menor me los pidió una vez y los hice— Contó recordando ese día.
—Ara ¿Cómo no lo sabía antes? ¿Puedes hacer dangos para mí? Por favor—
—Sí... Sólo necesito los ingredientes—
—Hoy es sábado y no trabajo así que luego de desayunar te puedo llevar al supermercado, tú compras la despensa del mes y yo te acompañaré y te daré el dinero para los ingredientes ¿Sí?—
—Me encantaría— Sonrió Hinata, sentía que hoy iba a ser un buen día porque amaba ir a comprar la despensa.
—¿Nii-san? ¿Qué haces aquí?— Sasuke bajó luego de una ducha fresca a desayunar pero se encontró a su hermano.
—Ototou— Itachi estiró los brazos para abrazarlo pero Sasuke no se movió ni un centímetro. —Ya no eres el niño adorable que demostraba el amor que le tenía a su nii-san— Hizo un puchero.
—No digas tonterías ¿Qué haces aquí? ¿Sucedió algo?— Preguntó sentándose en el lugar que Hinata estaba poniendo las cosas para desayunar.
—Itachi-san dijo que usted olvidó la llave de casa en casa de Mikoto-san— Hinata respondió entregándole el juego de llaves a Sasuke.
—Ajá y ¿Por qué estabas hablando con la Hyūga?— Sasuke tomó su café, Itachi lo miró interesado y sonrió por dentro.
—Le estaba proponiendo matrimonio a Hinata-san— Su sonrisa se hizo presente en sus labios cuando Sasuke se ahogó con el café comenzando a toser.
—¡I-Itachi-san!— Hinata se puso roja mirando al nombrado, éste ahora reía con la cara reacción de su hermano quién tomaba el agua que Hinata le había dado.
—Lo siento Hinata-san, era una oportunidad perfecta para hacerle una broma. Tu cara también fue graciosa, ojalá hubiera tenido una cámara— Sasuke lo miró de mala manera. —Eso es para que no te metas en conversaciones ajenas—
—Te odio—
—Haré la lista— Habló Hinata para salir de la cocina e ir a buscar un bolígrafo y un papel.
—¿Lista de qué?— Preguntó Sasuke una vez que Hinata volvió.
—Oh... Itachi-san se ofreció a acompañarme al supermercado, haré las compras del mes Uchiha-san— Informó contenta anotando varias cosas.
—¿Qué te parece si vamos a comer después de comprar las cosas Hinata-san?— Ofreció Itachi con una sonrisa mirando a Sasuke de reojo.
—Que amable de su parte Itachi-san pero no podré aceptar— Habló Hinata cuando terminó de escribir la lista de limpieza. —Tengo que hacerle el almuerzo a Uchiha-san—
—No. Iré con ustedes—
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Mucama Sasuhina
RandomElla solo tenía un trabajo, asear y cocinar para el empresario más conocido de Japón ¿Qué podía salir mal? Historia sin fines de lucro. Uso de los personajes de Masashi Kishimoto para fines de entretenimiento al lector. Pareja Sasuhina