Mack le va con el chisme a Abu en la cena, en frente de todos.
- ¿La besó? – Pregunta incrédula.
Mack asiente: - ¡Enfrente de todos!
- ¡¿La besó?! – Grita papá.
Justo en la hora de la cena.
Papá se encoleriza al escuchar a Mack. Me mira traicionado, como si hubiera cometido un delito grave. Ruedo los ojos porque está siendo muy dramático.
- ¡Papá! – Lo regaña Mack -, no seas infantil.
- ¡No soy infantil! ¡¿Cómo se atreve ese canalla a robar la inocencia de mi hija?!
- Solo fue un beso, ¡y nadie dice canalla ya!
Fue más que un beso. Anoche fueron muchos besos, besos húmedos y calientes, impropios de pensar en una cena familiar.
Que nadie me vea sonrojar, que nadie me vea sonrojar por favor, rezo internamente.
Pero Mack lo nota, y ella se sonroja también porque sabe que ha sido más que un beso. Niego frenéticamente en su dirección para que no diga nada, ella se atraganta con su propia saliva.
- ¿Mack? – Pregunta papá, alarmado al verla casi asfixiada.
Mi hermana se fuerza a calmarse, viendo de papá a mí, no siendo para nada disimulada. Papá nota que algo pasa, antes de que pueda girarse a ver mi rostro sonrojado, Mack actúa lanzándome un bollo que hace que me caiga para atrás, con todo y silla.
- ¡Mackenzie! – La reprime papá, agachándose junto a mí para ayudarme.
Escucho a Abu reírse a carcajadas.
Me levanto sujetada de papá, él me toca el rostro buscando algún rasguño. Al menos la sorpresa del ataque ha disfrazado el sonrojo de la vergüenza.
- ¡Lo siento! ¡Fue un reflejo! – Se excusa mi hermana.
Papá ve entre sus hijas confundido, perdido en medio de una situación que nunca va a entender. Finalmente se rinde lamentándose en voz baja: - ¿Por qué tuvieron que ser niñas? ¿Por qué?
Terminamos la cena con papá devorando lo último de su plato y saliendo despavorido del comedor: - Necesito descansar de toda la locura – Mack y yo nos reímos de él.
Como la otra noche, ella y yo lavamos los platos, Abu se retira temprano. Cuando pasamos frente a su habitación, unos suaves ronquidos pueden ser oídos.
- Abu ha estado un poco ausente últimamente – Musita Mack, viendo la puerta cerrada.
Pongo un brazo sobre sus hombros, arrullándola en mi costado: - Es la edad, Mack. Abu ya no es tan joven y necesita descansar más.
Ella asiente, sé que lo entiende. Todos entendemos, aunque nos preocupa también. Abu siempre fue esta increíble fuerza de la naturaleza, colorida y risueña; duele verla envuelta en abrigos y sin querer salir de la casa porque el frío le hace doler los huesos.
- Por cierto, ¿qué hicieron Peter y tú anoche? – Pregunta mi hermana con una sonrisa traviesa.
Ha pasado mucho tiempo con Tyler y Drew.
Me separo sin responderle, caminando directamente a mi habitación despidiéndome con un "buenas noches". Mack zapatea indignada, no soporta que le oculten cosas.
Apenas entro, dejo caer mi bolso por algún lado y me saco el vestido. No fue una experiencia tan mala usarla, pero estoy cansada; las noches con Peter siempre me dejan exhausta.
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Trazos Azules
Teen FictionPeter ve en Lily lo que ella no ve en su cuerpo: El arte que expresa, en cada curva y con esos kilos de más que ella odia. Durante dos años, Peter no ha podido parar de dibujarla, yendo cada día sin falta a la cafetería donde trabaja, aprovechando...