Hard Love ©

18. Mikas

No quise revisar el Instagram de Happy Joke. Era la tarde, específicamente las 4 PM, la hora perfecta, perfecta, ya que a esa hora Jake iba a practicar al campo de la preparatoria. Debía ir para hablar.

Jake es solo mi amigo.

Me esforcé en meterme eso a la cabeza y dejar de complicar las cosas.

Bajé por las escaleras, salí de mi casa sin avisar y me dirigí al campo, debía ir tras Jake no podía perder el avance que teníamos y con avance me refiero al avance en nuestra amistad.

En el camino me encontré con Ximena.

—Hola Xi. —Ella sostenía unas bolsas de compras.

—Hola Lukas, ¿A dónde vas?

—A dar una vuelta, ¿y tú?

—Oh que bien, yo voy para mi casa. Lukas, yo... —Se detuvo—. Perdón, perdón por no enviarte un mensaje cuando paso lo de Happy Joke y tu sexualidad, no sabía qué hacer, debí contactarte. Perdóname, sé que es algo difícil.

—No te preocupes Xi. Bueno, debo irme, cuídate.

Nos abrazamos y cada quien se fue por su camino. Era mi amiga después de todo, aunque no me enviara ningún mensaje cuando más lo necesitaba.

Cuando iba llegando al campo me percaté de que había alguien en las bancas, era Michael.
¿Qué carajo hace Michael ahí?

Me sorprendió verlo sentado ahí contemplando el atardecer. No sabía si acercarme o alejarme. Él me vio.

Los rayos del solo eran sutiles y suaves, las nubes tenían tonos naranjas, rosas y violetas.

—¿Qué haces aquí? —me preguntó.

—Lo mismo te pregunto.

—Por si no lo recuerdas, yo soy jugador del equipo de fútbol, por ende vengo a entrenar de vez en cuando —lo dijo de una forma muy serena y tranquila, también se le notaba que no estaba bien.

Me senté a su lado a una distancia considerable para que no se sintiera incómodo el momento.

—¿Hablaste con ella? Con Matilda.

Hubo silencio un momento.

—¿Por qué te interesa? —Soltó una pequeña risa—. Soy un asco de persona.

—No es por ti, es por ella.

—Sí. —No dejaba de ver el sol meterse.

—Qué bueno, al menos supo la verdad.

—Sí, supongo.

¿Qué?

—¿Qué le dijiste?

—Que en realidad era gay.

Eso me impacto por completo, porque se suponía que Michael era bisexual. No me lo esperaba. No podía creerlo, sí sabía que le gustaban los hombres, pero cuando me lo dijo por primera vez no creí que no le gustaran las mujeres.

Hubo silencio de nuevo.

—Soy gay.

—Michael... Estoy orgulloso de que por fin te aceptes. —Puse mi mano en su pierna.

Volvió a soltar una pequeña risa.

—No me gusta. Digo lo acepto pero... Yo no elegí ser así.

—Nadie elige su orientación sexual. Y eso está bien

—Eres una gran persona Lukas tú siempre me haces ver lo positivo.

¿Por qué, por qué era lindo cuando sufría? Solo así dejaba ver su lado lindo y no el idiota que a veces decía estupideces sin pensar.