CAPITULO 6. EL VIAJE DE LYRA.

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Los días pasaron con rapidez después de que la magia volviera al mundo, lo días se convirtieron en semanas y las semanas en meses. Los vivos lloraron por sus muertos y juraron que jamás se olvidaría lo que había sucedido; el día de los caídos fue creado en ese momento. Pese a haber perdido todo incluidas a sus diosas, los ponis lucharon para seguir adelante.

Las salvadoras del mundo fueron alabadas y glorificadas, la princesa de la amistad se convirtió oficialmente en la emperatriz de Equestria y decidió que su único titulo sería el de "la emperatriz de la armonía"; las demás miembros de las main six se convirtieron en las principales representantes de sus respectivas razas. Estas se quedaron un tiempo en el reino de cristal mientras la nueva capital era seleccionada, en ese tiempo, las yeguas aprendieron secretos increíbles relacionados a sus elementos y no solo eso, se les enseño todo acerca de la nueva vida que estas tendrían.

En Poni Ville una conversación se estaba llevando:

- ¿A qué te refieres con eso de que te vas a tardar unas semanas más? Si, si, si entiendo. Asuntos familiares, bueno adiós, si, si cuídate Bom Bom. Rayos, voy a tener que cuidar de esa tienda. – se dijo con disgusto mientras colgaba el teléfono.

La yegua era un unicornio verde menta, vestida con una chaqueta gris con capucha. Su crin era larga y de color turquesa variando entre tonos más suaves o más fuertes del color. Aquella joven, se dirigió a la puerta de su hogar y con su cuerno abrió la puerta y levito un juego de llaves que se encontraban en un pequeño plato acomodado en un buró cercano a la puerta.

El pueblo había cambiado bastante después del incidente, ya no era lo que ella había visto en el momento en el que se mudo a este.  Se sentía mal al pensar que de cierta forma todo este desastre dejo algo bueno, pues ahora el lugar se veía más moderno y limpio. En el camino se topó a varios ponis los cuales la saludaron con alegría y ella le devolvía el saludo a cada uno de ellos.

La tienda en donde trabajaba era de su fiel amiga Bom Bom, Lyra se dedicaba principalmente a dar clases de música, aunque a veces participaba como lirista en conciertos a los que la invitaba su amiga Octavia; pero lastimosamente no podía presumir de que sus clases fueran muy solicitadas, no tocaba mal pero el pueblo no era tan seguidor de ese tipo de música (aparte de que eran bastantes escasos la cantidad de unicornios con el interés de tocar instrumentos como el suyo).

Debido a esto tenía que trabajar la mayor parte del tiempo como asistente de Bom Bom. El trabajo era más pasable cuando eran 2, y ella es la asistente, pero cuando ella tiene que estar a cargo, las horas se suelen pasar muy lentamente; los deberes de un líder son cosas bastante complejas, demasiadas para una poni como ella.

El lugar, antes era una local construido de madera con una estética bastante anticuada para su gusto, pero ahora era una tienda grande construida de concreto, con ventanas, aire acondicionado y todas las comodidades que eran muy comunes en la ya desaparecida Canterlod. Esa comodidad solo hacía que le diera más flojera trabajar.

Hoy era uno de esos días que Lyra odiaba con más ganas, era un día muerto. Pareciera que hoy era el día en el que todos los ponis se pusieron de acuerdo en evitar la diabetes. Pasaron varias horas y Lyra estaba cabeceando de sueño hasta que el timbre que timbraba cada vez que alguien entraba empezó a sonar, con algo de dificultad la yegua se compuso y se preparó para atender, pero para su sorpresa, sus primeros clientes eran 2 de sus amigas; Vinyl Scratch y Octavia Melody.

- Hola chicas ¿Cómo están? – pregunto Lyra.

- Oh chica, estamos genial. Hoy ha sido un día maravilloso. – respondió Vinyl con rapidez mientras Octavia la observaba con una mirada de disgusto.

UN HUMANO EN EQUESTRÍA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora