Capítulo 1. Crepúsculo

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Te extrañé tanto que busqué en mis memorias lo que más amaba de ti y lo copié en mí, para así tenerte siempre presente.



El miedo a la muerte no era algo que estuviera en la lista de preocupaciones que Mobei tenía, de hecho, se podía considerar indiferente a ese hecho. Eso no significaba, por supuesto, que fuera de caso en caso buscando la muerte, si la podía evitar por un día más se daba por satisfecho.

Él consideraba que en un trabajo como el suyo se debía tener presente la fragilidad de las cosas y no ser demasiado idiota como para pensar que por tener algo de talento se podía confiar y pavonearse de ello. Varios hombres que había conocido habían muerto por eso.

Así que todos los días trataba de ser humilde con sus actos y pensar mucho sobre las consecuencias de cada una de sus acciones, a veces le fallaba esa virtud que intentaba cosechar con mucho ahínco, pero en general le servía bastante bien, casi podría decir que le había salvado la vida una o dos veces.

Esa tarde mientras estaba en su casa, se miró en el espejo y se recordó a sí mismo lo precavido que debía ser. Alzó la vista y vio que el crecimiento de su cabello se pintaba de blanco, con sus dedos inspeccionó más de cerca y decidió que era hora de un retoque.

No fue demasiado el tiempo que tardó en aplicar el tinte y buscar ropa para darse una ducha rápida. Hoy tenía una cita.

Quizá estaría de mejor humor si dicha cita fuera con alguien a quien él considerara digno, o que mínimo fuera alguien de su agrado, pero no, a quien visitaba era un hombre de negocios que le había llamado para un encargo.

Por eso, cuando llegó a la lujosa mansión en uno de sus autos deportivos hizo acopio de toda su paciencia para tener que escuchar al hombre hablar de todo menos de lo importante. Siempre era así con ese bastardo.

-¡Ha sido un largo tiempo sin vernos, Mobei! -saludó desde la puerta y abrió los brazos como si esperara un abrazo, lo cierto es que solo era un gesto de amabilidad.

-Luo BingHe.- asintió con la cabeza y entró junto con BingHe.

De camino a la sala de reuniones platicaron sobre el clima y los recientes chubascos que azotaban la ciudad, Luo BingHe le comentó algo como que hace unos días se había quedado atorado en el tráfico vehicular y había tenido que pasar un par de horas antes de que pudiera llegar a casa.

-¡De haberlo sabido, me hubiera esperado o ido en helicóptero! -chasqueó la lengua - Mi piloto es un idiota, me dijo que con ese clima no llegaríamos muy lejos. Y yo le creí.

Su tono tenía un tinte enojado y resentido, entrando a la habitación fue directo al minibar y sirvió dos vasos.

-Pero claro que llegaríamos a casa, en menos de cinco minutos, de hecho. – se dio media vuelta y le tendió uno de los vasos a Mobei que ya se había sentado en uno de los cómodos sillones.

-Despídelo. – murmuró a sabiendas de que esa era la respuesta que calmaría al hombre.

Luo BingHe sonrío. -Ya lo hice. -le dio un trago a su vaso y dijo.- Contraté a otro que es más competente aunque es muy joven. Dicen que es un prodigio.

-Los prodigios siempre dan buenos resultados.

Los ojos negros de BingHe lo observaron con una sonrisa maliciosa. -Sí, me he dado cuenta de que los prodigios siempre son una buena inversión.

Después de eso, Luo BingHe le habló sobre temas de la empresa que manejaba y sobre algunos negocios que tenía, los contaba con un aire orgulloso, como si fueran lo mejor que había tenido en el año. En realidad, ambos sabían que esos negocios eran cascarones vacíos, sin importancia y desechables.

El novelista y el astrofísico  [MoShang][Completa].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora