Capítulo 23.

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Hoy era sábado, Gerard me invitó a ver una película, me dio mucha flojera puesto que la función era a las 8:00am, pero después de tanto que me insistió no iba a decirle que no a mi pelinegro.

Llegué a la hora acordada bañado y todo, se presentó Gerard casi al mismo tiempo que llegué yo.

-Hola amor, traje dinero -me dijo sonriente, hasta se rió.

-Hola lindo, bien ¿tú me invitas?

-Sí -sonrió aún más notoriamente.

Era tan tierno, lo amaba, no, perdón, lo amo.

Fuimos a comprar las entradas, veríamos la nueva Avengers, tenía ganas de ir a verla. Compramos las palomitas y un refresco para ambos.

No haré spoilers a los que no la han visto, por ende no narraré la película. Estuve todo el rato abrazando a mi novio, despreocupado y atento, ambos estábamos atentos, pero sobre todo Gerard.

-Vamos a tu casa -me dijo Gerard una vez que salimos.

-Claro -le respondí.

El me sonrió para robarme un tierno beso, y caminamos para allá.

Por desgracia mi casa quedaba algo lejos, y olvidé mi patineta. Aún recuerdo el amarradijo que hice la primera vez que traje a Gerard. Se lo comenté y comenzamos a hablar sobre ello, tranquilos, felices, sólo él y yo caminando a eso de las 10 de la mañana por la ciudad.

-Recuerdo que sentía algo que nunca había sentido, recuerdo que no me molestaba tocarte, ni que me tocaras, recuerdo que hacias a Gerard feliz, recuerdo que me gustó ese beso -me platicaba Gerard respecto a ese día.

-Yo igual lo recuerdo Gee, recuerdo que me gustabas mucho.

-¿gustaba?

-Sí, porque ahora más que gustarme, te amo.

Era tan agradable, nisiquiera me di cuenta cuando llegamos.

-¡Espera! -dijo Gerard mientras se ponía detrás mío para cubrirme los ojos.

-Ok... -contesté curioso.

Comenzamos a caminar lentamente hacia mi casa cuando me dio instrucciones de abrir la puerta, que se encontraba enfrente mío, una vez que la abrí fueron como 3 segundos antes de escuchar.

-¡Sorpresa! -dijeron todos a coro tan pronto abrí los ojos.

En este momento sí me encontraba sorprendido, y emocionado a la vez. Jamás me esperé una fiesta de cumpleaños sorpresa, sobretodo siendo que pasé mi cumpleaños en prisión y pues, eso ya había sido hace como un mes, no creí que me fueran a hacer algo.

Me encantó ver a todos mis amigos, David, Pierre, Vic, Ray, obvio Gerard e incluso Niko que ya había salido del cerezo. También había gente de mi escuela con las que no me llevaba tan mal como eran Hayley, Amy, Zacky, Jeremy, Tom y Seb.

Había una mesa con pizza, comida chatarra, shasta, pastel, gelatina, dulces, algo de fruta y una charola con dips, queso para nachos, chocolate derretido y chamoy. También había otra mesa llena de regalos.

En las esquinas de la casa se encontraban unas bocinas y había globos que casi cubrían el techo.

Sentí los ojos llorosos, quería llorar de la emoción, pero no iba a hacerlo, le di un fuerte abrazo a Gerard y saludé a todos y nos pusimos a platicar.

Habían rentado un xbox e hicinos torneos en Halo Reach así como jugamos al Mario Kart en mi viejo Nintendo64.

-¿Qué tal? -Me saludó Niko mientras esperaba mi turno de nuevo.

-¡Ey! -lo saludé de vuelta sonriente.

-¿Cómo te ha ido?

-Bien ¿y a ti?

-Pues ya sabes, en el cerezo, pero por suerte salí la semana pasada.

-Buena.

-¿Qué te parece la fiesta? Estuvimos acomodando todo mientras Gerard te llevaba al cine.

-Increíble.

-Pues sí, los cumpleaños en prisión no son agradables.

-Al menos ahora lo festejo tranquilo, y sin golpes.

-De hecho, te fue bien Frank, tienes el pelo corto, a mi me jalaron las greñas cuando cumplí 15 -me dijo Niko.

-Wow, que horrible ¿y a todo esto por qué fuiste a parar para allá?

-Me peleé drogado con un guardia, pero jamás lo volveré a hacer, lo juro. Fue la primera vez y no me gustó.

-Oh...

-¡Mi turno! -exclamó corriendo al xbox.

Todo marchaba genial, llegó la hora de abrir los regalos. Todos repetían la misma frase "feliz cumpleaños".

Por parte de David recibí unos auriculares, Pierre me regaló una memoria usb, Hayley me dio un disco de The Ramones, Tom una sudadera, Niko sólo pudo comprarme una barra de chocolate, Vic un llavero, Ray una cartera, Seb un collar, Zacky otro disco, pero este de Nirvana, Amy me compró un libro, aunque casi no me gusta leer, pero no se veía tan aburrido, por otro lado Jeremy me dio un disco de Suicide Silence. Por último, faltaban Gerard y mis padres, se habían acabado los regalos sobre la mesa.

-Bueno hijo -se acercó mi mamá -entre los Way y nosotros, nos las arreglamos para comprarte un regalo especial. Tu papá y yo estuvimos ahorrando mucho y sabemos que te va a gustar. Gerard ¿Puedes ir por él a mi cuarto?

Gerard asintió con la cabeza y fue rápido a buscarlo. Mi mamá se encargó de taparme los ojos hasta que Gerard regresara.

-¡Tarán! -dijo al destaparme los ojos.

Alcancé a ver un libro para colorear y unos segundos después a Gerard muerto de risa ante mi cara de confusión.

-Ya Gerard, dale el de verdad -dijo mi madre divertida.

Entonces Gerard asintió y sacó un bulto negro de detrás de la barra de la cocina ¿Era lo que yo creía que era? Mis ojos se abrieron de la emoción.

-Feliz cumpleaños Frankie -dijo Gerard entregándome una hermosa guitarra blanca con negro.

-Es el mejor regalo que me han dado -dije sorprendido -gracias, muchas gracias -expresé abrasándolos a ambos.

Y obvio, me di mi tiempo para darle un beso a mi pelinegro.

-El amplificador está en tu cuarto, y el cable en el estuche -me informó mi madre.

-La llamaré Pansy -dije viéndola.

Fui a dejar la guitarra para seguir disfrutando con mis amigos, estaba feliz.

En fin, disfruté el resto del día con mis amigos y cansado me fui a dormir, mañana practicaría con mi nueva guitarra.

Un Mundo Autista: La Cortina (Fan fic Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora