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LAS CALLES DE KUOH estaban tan llenas como siempre. Personas de todas las edades caminaban por la calle, algunos con maletines en las manos, otros de la mano de sus seres queridos y otros sin nada.
Es interesante la cantidad de personas con las que pasas al día y no le das importancia. Todas estas personas tienen vidas, estresantes o simples, todas importan. Podrías pasar junto a la persona más importante que existe y ni siquiera saberlo.
Entonces, mientras un hombre, con el aspecto de un adolescente promedio, paseaba por las calles vestido con una camisa blanca abotonada, pantalones casuales negros y elegantes zapatos de vestir negros con audífonos blancos en sus oídos, nadie pensó en eso, y esas fueron las personas que acaba de pasar junto a una de las personas más importantes en la historia no registrada.
'Mom, take this bag from me. I can't load more. It's getting dark too dark to see. "I feel like I'm knocking on the doors of heaven."
La bolsa de supermercado en su mano se balanceó con su movimiento pero todos los artículos permanecieron dentro. No pasó mucho tiempo hasta que llegó a su destino.
El edificio que deseaba finalmente se mostró. Era un edificio de apartamentos barato de tres pisos que estaba al borde de la bancarrota todos los días de la semana.
El adolescente ingresó al edificio por la entrada principal. Las puertas corredizas se abrieron con un leve chirrido. Continuó caminando antes de llegar a la puerta de la escalera. Abrió la puerta con la mano libre y entró.
'Mom, put my weapons on the ground. I can't shoot them anymore. That cold black cloud is falling. I feel like I'm knocking on the doors of heaven.'
Después de subir los escalones, llegó al segundo piso. El corredor tenía paredes empapeladas de color beige que necesitaban un cambio de imagen. Las puertas eran marrones y viejas con pequeños números dorados. Las luces de arriba parpadeaban ocasionalmente, lo que no era bueno ya que no había ventanas.
El adolescente caminó por el pasillo pero se detuvo junto a una de las puertas.
Los números dorados en la puerta de madera marrón decían '2.E'. Buscó en su bolsillo antes de sacar un llavero. Todo lo que tenía era una llave de metal con la pintura empezando a descascararse y un pequeño llavero con una cruz plateada al lado.
Usó la llave para abrir la puerta y entró.
Cuando entró en el apartamento, fue recibido con su sala de estar y cocina conjuntas. A su derecha estaba la propia cocina con nevera, horno, microondas, lo de siempre. Frente a él estaba la sala de estar con un sofá de cuero color burdeos, una silla de cuero color burdeos y una mesa de madera de tamaño promedio. Contra las paredes había armarios pero no había televisión. A la derecha de las sillas había una puerta corrediza de vidrio que conducía a un pequeño balcón desde el que se podía ver gran parte de la ciudad.
