Al día siguiente...
-Atenea amaneció abrazada de su hermano Finn y en un sillón se encontraba Klaus durmiendo, eso le alegro el corazón, después de lo que paso anoche, agradecía tener a sus hermanos. Solo se lamentaba que estuvieran exactamente ahí, es decir, si se encontraban con ella era porque otra vez tuvo uno de esos ataques durmiendo y que preocupaba mucho a sus hermanos. Poco a poco se fue deshaciendo del agarre de Finn, busco algo de ropa para ir a correr, eso podía distraerla. Iba bajando las escaleras y estaba a punto de abrir la puerta y entonces escucho una vez-.
Rebekah: No pensabas irte sin mi, ¿verdad?
Atenea: Hermana, ¿qué haces despierta tan temprano?
Rebekah: Te acompañare a correr, obviamente.
Atenea: Si es por lo de anoche, no es necesario, de verdad. -Le dio una sonrisa linda-.
Rebekah: Solo quiero seguir en forma, ya sabes. -Le lanzo una sonrisa coqueta-.
Atenea: Por Dios, eres mala mintiendo. Tienes un cuerpo espectacular.
Rebekah: Tenemos, linda. Vamos antes de que se aclare.
Atenea: -Sonrió sinceramente-. De acuerdo, vayamos...
-Un par de horas más tarde, se encontraban en un pequeño restaurante de desayunos para comer algo antes de regresar a casa, lo que ninguna de las dos Mikaelson se imagino fue encontrar a Marcel, Atenea se había olvidado por completo de que se veían todos los días después de correr, Rebekah no sabía esto así que estaba sorprendida y de igual manera Marcel-.
Marcel: -Tenía una gran sonrisa, había prometido olvidar lo que paso la anoche anterior y entonces su vista se enfoco en Rebekah-. Pero que tenemos aquí, a la barbie vampiro original. -Tomo su mano y la beso-.
Rebekah: Dios, no me llames así.
Atenea: Hola Marcellus, es agradable verte otra vez.
Marcel: Hola madre, estoy aquí como todos los días.
Rebekah: ¿Ustedes se ven todos los días?
Marcel: Obviamente, ¿por qué crees que llega tarde? -Le mostro una sonrisa coqueta y se perdió en el momento en que vio a una persona entrar por la puerta-.
Finn: Bueno bueno, que agradable sorpresa Marcellus.
Atenea: -Se levanto y lo abrazo-. Hermano, estas aquí, ¿cómo lo supiste?
Finn: Tengo contactos linda.
Atenea: -Se rio-. Claro que si.
Marcel: ¿Qué haces aquí?
Finn: ¿Es así como le hablas a tu tío, niño?
Atenea: -Vio que el ambiente había cambiado-. Yo lo llame.
Marcel: -La regreso a ver con una mirada dolida-. ¿Qué es lo que están tratando de hacer?
Atenea: Solo quiero a mi familia unida otra vez, Marcellus. El es parte de ella y tu también.
Marcel: Lamento discernir, pero no deben de estar aquí. Acepto a un Mikaelson, por mucho a dos, pero no a todo el clan. Esta es mi maldita ciudad, madre.
Atenea: ¡Es suficiente, Marcellus!. Mis hermanos y yo podemos ir a donde deseemos y no tenemos que darte explicaciones.
Marcel: En cualquier otra ciudad, pero aquí no. Todos deben de irse para el anochecer, sino tendré que tomar medidas extremas.
Finn: ¿Qué medidas?, recuérdame, por favor. Que no se te olvide que somos inmortales y no existe nada en el mundo que nos pueda detener, no más.
Marcel: Lamento llevarte la contraria, pero si existe algo. Las dagas, ¿las recuerdas?
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Por Siempre y Para Siempre
Fanfiction¿Qué pasaría si no son 7 hermanos? ¿Si hubiera una hermana más? ¿Qué pasaría si Klaus no es el único hijo que no es Mikael? ¿Qué pasaría si Hope no es la primera trihíbrida? Esa es la verdadera historia, ¿cierto? El más grande secreto, al fin será...