Capítulo 1

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-Atenea se encontraba por las calles alegres de Nueva Orleans, tenía demasiadas décadas desde la última vez que piso esas tierras. Su hermanos Klaus y Elijah habían ido a ver a las brujas para saber quien estaba conspirando en contra del híbrido, no permitieron que ella los acompañara pues no querían ponerla en riesgo, aunque, a decir verdad, eso era algo absurdo, ser la primer trihíbrida, favorita de los ancestros y de todos los dioses, tenía sus grandes ventajas-.

-Bailo, bebió por un buen rato, iba a buscar a sus hermanos y los encontró discutiendo, prefirió no interferir en ello, solo observo y escucho-.

Mientras tanto...

Klaus: ¿No he dejado claro mi deseo de estar solo?

Elijah: Pediste estar solo, al menos una vez por década. Tus palabras dejaron de tener impacto.

Klaus: ¿Por qué tienes que seguir presionándome con lo del bebé? Ese niño jamás nacerá, y por cierto, Hayley es probable que ya no exista.

Elijah: -Se acerco a super velocidad a su hermano y lo golpeo contra unas cajas-. No vas a huir de esto fácilmente.

Klaus: -Trato de zafarse-. Déjame ir.

Elijah: No lo haré. -Lo lanzo contra unas cajas-.

Klaus: No me hagas decirlo otra vez.

Elijah: No te dejaré ir, nunca te dejaré

Klaus: -Lo lanzo lejos-.

Elijah: -Tomo un fierro de una reja-. Aunque deba pasar una eternidad salvándote de tu propia, terca, petulante y vil persona. -Lo golpeo con dicha reja-.

-Atenea intento interferir pero al final, dejo a sus hermanos arreglar los problemas. Estaba sorprendida de que su hermano fuera capaz de concebir, eso le dio una pequeña esperanza de que también ella pudiera hacerlo. Y para ser sincera, estaba muy feliz porque su hermano pudiera gozar esa pequeña parte de felicidad, y si Elijah no era capaz de convencerlo, ella lo haría entrar en razón-.

Elijah: Aunque deba golpearte como nuestro padre para recordarte tu humanidad. -Lo volvió a golpear-. Para que algo te importe.

-Lo intento golpear otra vez, pero esta vez Klaus reacciono a tiempo, detuvo el golpe y lo regreso-.

Klaus: Eres demasiado patético Elijah.

Elijah: -Se limpio la sangre-. ¿Quién es más patético? El que ve esperanza en sanar a su familiar o el cobarde que solo ve el mundo a través de su miedo.

Klaus: No me ha importado nada durante siglos, ¿por qué a ti si?

Elijah: Porque te he fallado, porque la primera vez que nuestro padre puso una mano sobre ti, debí haberlo matado. Y te hice una promesa, por siempre para siempre, la familia ante todo.

Klaus: -Se rio, le tendió la mano a Elijah-. Eres sentimental y bueno.

Elijah: Pues tal vez. Me he aguantado todo este tiempo a pesar de ello.

-Atenea entro al lugar, sonriendo y aplaudiendo-.

Atenea: Vaya, vaya. Así que el híbrido tendrá un bebé.

Elijah: Hermanita, estas aquí. Sabía que vendrías a estar a lado de nuestro hermano pero no te había visto.

Atenea: -Se acerco a abrazarlo-. Así es Elijah, siempre y para siempre, ¿no? -Sonrió-

Horas después...

-Klaus se encontraba sentado en una banca del malecón a lado de su hermana, entonces llego Elijah y se sentó con ellos-.

Elijah: El vinculo de la familia nos bendice con un poder inmensurable. Pero también debemos aceptar lo que viene con el, nos da la responsabilidad de amar sin ninguna condición, sin disculpas. Nunca debemos renunciar al poder de este vinculo, ni siquiera cuando se pone a prueba, el vinculo nos alimenta, nos da fuerza. Sin ese poder, no tenemos nada.

Klaus: Esta cuidad fue mi hogar una vez, y en mi ausencia, Marcel consiguió todo lo que yo he querido, poder, lealtad, familia. Lo hice a mi imagen y el me supero, quiero lo que el tiene, lo quiero de vuelta. Yo quiero ser el rey.

Elijah: Entonces, ¿es lo que este niño significa para ti? ¿un puño de poder?

Klaus: ¿Qué significa para ti?

Elijah: Creo que este niño puede ofrecerte una sola cosa que nunca creíste tener.

Klaus: ¿Y que cosa es?

Elijah: El amor incondicional de una familia.

Atenea: Oye, creí que eso lo tenían conmigo.

Elijah: Así es, lo tenemos hermana.

Klaus: Dile a Sophie que tenemos un trato.

Atenea: Bien, vayamos por la chica entonces.

Por Siempre y Para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora