Capítulo 6

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Dos días después...

-Eran las 12 del día, Atenea tenía hambre, sin embargo, estaba acostada en su cama cubierta con las sábanas y había puesto un hechizo para que nadie pudiera entrar. Seguía estresada por lo que había pasado una noche anterior, las palabras de su hermano Finn se quedaron muy presentes en su cabeza. Sabía que sus hermanos habían hecho cosas muy horribles al pasar los siglos pero no los consideraba como monstruos, los amaba. Sin embargo no quería convertirse en otra persona, no quería ser mala, su único deseo siempre ha sido proteger a sus hermanos como ellos la han protegido y entendía que había una muy fina línea en las cosas que un monstruo haría y lo que ella sería capaz de hacer por proteger a sus hermanos. Sin que se diera cuenta, una persona pudo romper el hechizo que rodeaba su recamara, como bien dicen, todo hechizo tiene una grieta, y esa persona la había encontrado-.

Desconocido: Para la otra, si no quieres que nadie te moleste, no realices hechizos que yo te he enseñado. -Mostro una sonrisa demasiado grande-.

-Atenea rápido se quito las sábanas al escuchar esa voz, se le quedo viendo y parecía que estaba en shock-.

Desconocido: Vamos, creí que estarías más emocionada por verme. Después de todo, tu me llamaste. -Sonrió sinceramente-.

Atenea: Kol, hermano mayor. -Y se lanzo de la cama a sus brazos, lo abrazo tan fuerte y lo lleno de besos, característica muy específica de Atenea para con todos sus hermanos a decir verdad-. Te extrañe demasiado, ¿por qué tardaste tanto?

Kol: Me tomo un tiempo llegar, me encontré con personas no tan amables.

Atenea: ¿Estás bien?

Kol: Por supuesto, yo siempre lo estoy, mi reina.

Atenea: Estoy feliz de tenerte aquí, me hacías demasiada falta.

Kol: Lo sé, ya todos nuestros hermanos me han dicho lo que ha pasado.

Atenea: ¿Todo?

Kol: Así es reina.

Atenea: ¿Entonces ya sabes que seremos tíos? -Estaba realmente emocionada por ese bebé-.

Kol: Claro, jamás creí que nuestro hermano bastardo fuera a ser padre.

Atenea: Kol. -Lo dijo en modo de advertencia, aunque fuera el hermano más bromista, no le gustaba que sus hermanos le dijeran de esa forma a Klaus-.

Kol: Ya, lo siento reina. Mejor dime, ¿por qué no has salido de esta habitación?

Atenea: Estaba pensando en varias cosas.

Kol: Creo que tengo una idea. -Suspiro-. Finn me conto lo que paso en el cementerio. ¿Realmente estas bien linda?

Atenea: Claro. -Mostro esa sonrisa característica donde finge estar bien y no lo está-.

Kol: Te conozco demasiado bien, no tienes porque mentirme a mi. Si tienes algo que decir, hazlo. Sabes que soy tu consciencia. -Le mostro una sonrisa traviesa-.

Atenea: -Sonrió-. Por supuesto, esa consciencia que me hace hacer cosas malas.

Kol: Pero te diviertes y lo sabes. -Suspiro y se sentó en la esquina de la cama-. Nuestros hermanos se han ido para darnos un poco de espacio, que dices de salir de esa cama, ponerte preciosa y salimos a comer y a divertirnos un rato. -Y ahí estaba otra vez esa sonrisa perversa-.

Atenea: ¿Prometes que no mataremos a nadie?

Kol: Eso es algo aburrido pero por hoy, haremos las cosas a tu modo, ¿feliz?

Atenea: Más tranquila. -Salió de la cama y se metió a bañar, mientras Kol salió del cuarto a esperar en la sala a su hermana-.

Esa misma noche...

Por Siempre y Para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora