3 - kinder

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Abrí mis ojos con Joseph a mi lado, así que me levante y me dirigí a la habitación de los niños, ellos seguían dormidos así que me tocaría despertarlos.

—Despierten. —empecé a tocar a ambos.

Chloe fue la primera en despertarse así que la bañaría a ella, dejaría que Joseph la cambie y luego haría lo mismo con Oliver. Así que primero fui con Chloe hacia al cuarto para que ella despertara a Joe.

—A ver, amor, despiértalo. —sonreí.

Chloe empezó a saltar en la cama, diciendo «papá despierta», pasaron unos minutos hasta que Joseph despertó.

—Quiero seguir durmiendo. —talló sus ojos— ven aquí. —le extendió los brazos a Chloe y ella lo abrazó.

—Amor, iré a bañar a Chloe y luego la cambias ¿ok? —le di un beso en la mejilla— ve y despierta a Oliver.

—Está bien. —le dio un beso en la mejilla a Chloe.

Fui y bañé a Chloe. Luego la lleve a Joseph para que la cambie. Luego bañe a Oliver y luego se lo di a Joseph. Los niños desayunaban en el kínder, así que nada más les puse el lunche.

—Bueno, ya se van con papá. —me agache a la altura de cada uno.

—¿Por que no vas tú a dejarnos? —preguntó Oliver.

—Tengo que trabajar, cariño. Pero te prometo que mañana los iré a dejar ¿ok? —sonreí y les di un beso en la mejilla a cada uno.

—Niños, suban al carro ya iré. —dijo Joseph arreglándose la camisa.

Me despedí de los niños y fueron al carro, así que me quede con Joseph.

—Ven, te arreglo yo la camisa. —agarre su mano y le arregle el cuello de la camisa de vestir que llevaba— ¿a donde irás?

—Amor, te dije que tendría que ir a firmar unas cosas. —agarro mis mejillas.

—Si, lo olvide, lo siento. —cerré mis ojos— estoy muy estresada con la tienda.

—Te entiendo, y está bien. —me dio un beso en la boca.

—Te amo, Joe. —sonreí.

—Yo a ti. —me dio un último beso— ya me tengo que ir.

—Está bien.

—Adios cariño. —salió de la casa.

Desayune y me puse a trabajar. Me llegó una llamada y vi que era Jamie.

-Hola Jei. —dije de cariño.

-Hola, ___ (tu apodo) ¿que tal?

-Bien. —sonreí— ¿sucede algo?

-Oh, ¿está Joseph en casa?

-No... el anda firmando unas cosas, ¿para que lo necesitas? —pregunte.

-Oh, para nada, no te preocupes.

-¿Está bien? —respondí confundida.

-Adios. —colgó.

No le tome importancia a la llamada y me levante a hacerme un café. Vi la hora en el reloj que posaba encima de la mesa, que decía que eran las 10:30, ya habían pasado cuatro horas desde que Joseph se fue. Los niños saldrían a las 12:30 así que no me preocupaba por el tiempo.

Estaba batiendo el café cuando sentí unas manos posar mi cintura; Joseph.

—Ya vine, cariño. —susurró en mi oído, escondiendo su cabeza en mi cuello, dejando besos pequeños.

I'm Only Yours - Joseph Quinn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora