Entramos a la habitación y ella se recostó en mi pecho.
—Te amo mucho, Joe. —sonrió levantando su mirada— eres la mejor persona que he conocido en este mundo. —se acercó a mi y me dio un beso.
—No me quiero alejar nunca más de ti, reina. —sonreí.
—Nunca más lo harás, nene. —sonrió y empezó acariciar mi mejilla.
—Te amo, te amo, y te amo. —la bese de nuevo— te prometo nunca hacerte daño. —ella sonrió.
—Siempre estaré para ti. —se recostó en mi pecho.
—Y yo para ti, amor. —empece acariciar su cabello.
—¿Como estarán los niños? —preguntó ella.
—Están bien. —dije.
—¿Seguro? Es que es dos semana sin ellos, Joe.
—Dos semanas, amor, y se que pasarán rápido. —la bese— simplemente quiero que en este viaje seamos tú y yo... tú y yo contra Londres. —sonreí.
—Siempre seremos tú y yo. —acarició mi mano.
—Espero que así sea.
—Así sera. —sonrió.
—Y cuéntame, amor... —acaricié su mejilla— cuéntame más sobre tu próximo proyecto.
—Mmm... —negó con su cabeza.
—¡Amor! Soy tu esposo. —rogué.
—Lo se... —rió— pero amor no puedo dar spoilers.
—Aunque sea dime si llorare. —hice un puchero.
—Puede ser. —sonrió.
—¡___! —dije algo molesto.
—Joe, no puedo darte spoilers.
—Está bien. —sonreí.
—¿Y si llamamos a Los Angeles? —preguntó.
—Cariño, tranquilízate. —reí.
—Lo siento... no estoy acostumbrada a pasar tanto tiempo sin ellos. Allá es temprano todavía.
—Así es, amor, aquí son las... —mire el reloj que se encontraba en la mesita de noche— 9 p.m. allá son 1 p.m.
—¿Cómo crees que se estén portando?
—Los niños bien, Sandy mal.
—¿Cuando dejarás de ofender a Sandy, Joseph Quinn? —me miro molesta.
—Cuando me des más atención a mi que a ella. —sonrió.
—Eso jamás sucederá. —bromeó.
—Nunca más te regalare un perro. —sonreí— soy tu perro. —dije y ella rió.
—¿Que te pasa? —dijo riendo.
—¿Y si me convierto en Sandy y ella en mi?
—En ese caso si te daría atención a ti... —dijo y yo sonreí— ya que Sandy estaría en tu cuerpo.
—¡Oye!
—Es una broma, amore mio. —sonrió y me dio un beso.
—Me siento afortunado de haberte encontrado.
Y volvemos a lo cursi.
—¿Cómo sería tu vida si jamás me hubieras encontrado?
—Uy... —suspire— no se, no me imagino una vida sin ti. —acaricie su mejilla.
—Imagínate algo que hubiera pasado si yo jamás hubiera estado en tu vida.
—Honey, ya te dije que no se... —reí.
—¡Dime!
—No se... no tendría la mejor familia del mundo. —sonreí— y... no se, amor. No tendría a la mejor esposa del mundo, a la mejor familia, a los mejores hijos, a la mejor mascota y a mi mejor amiga.
—¿Quien es tu mejor amiga? —preguntó.
—Eres tú, eres mi esposa, mi mejor amiga, el amor de mi vida. —sonreí— eres todo para mi, la mejor madre que mis hijos han podido tener. —dije.
Ella sonrió bajando su cabeza.
—No, Joe. —suspiró— soy muy poco para ti, hermosura.
—¡Amor! Ya, ¿si? No digas eso. —dije molesto— sabes que odio que lo digas, deja de hacerlo, por favor, ___.
—Es que es cierto. —suspiró.
—No es cierto, eres mucho y mas para mi, eres lo mejor en mi vida, ___.
—Te amo, Joi. —dijo de cariño.
—Ya lo sé. —sonreí.
—Egocéntrico. —puso la palma de su mano contra mi mejilla haciendo mi cabeza a un lado suavemente.
—Nunca me dejes por favor. —susurre mientras nuestros labios rozaban, y agarre su manos entrelazándola con la mía.
—Nunca lo haré. —sonrió.
—¿Me lo prometes? —hice una media sonrisa.
—Te lo prometo, Joe, te prometo que jamás te dejare de nuevo. —dio un apretón a mi mano.
—Feliz aniversario, mi vida. —sonreí.
—Felices 5 años, mi príncipe. —acarició mi mejilla.
Perdón por actualizar como 2 semanas después pero estaba bloqueadisima lo juro, no tenía ninguna idea, pero aquí está, espero les guste.