—Entonces, ¿quedó claro? —preguntó la directora al equipo técnico.
A ver, resumen:
Dos meses han pasado desde la última vez que Clarisse vio al actor. Y esos dos meses se la ha pasado ocupada puesto que el estudio le propuso ayudar a armar escenas de series, películas y algunos comerciales en lo que sigue trabajando en su propio guión, pues una vez tenga la historia, la deberá de producir.
Y al decir "proponer" está claro que la obligaron a "ayudar" alegando que todos, de alguna manera, empiezan de abajo.
Ella está feliz, le gusta su nuevo trabajo, así no le paguen nada.
—¡Toda claro! —respondió el equipo en coro, muy felices.
Son aproximadamente las 3 p.m. en un día caluroso y todos están listos para empezar a grabar el video musical de un famoso cantante.
Todo está listo, las cámaras, el escenario junto a la playa, las estilistas, el maquillaje y vestuario, las personas. Solo falta un pequeño detalle:
El cantante.
Se supone que comenzarían al medio día, es por eso que todos estaban desde las 10 de mañana organizando todo, más el cantante jamás llegó.
Ahora, poco después de colgar la llamada, la directora informó al equipo que el famoso cantante se demoró por un asunto que no comentó, y que para compensarlo, los invitó a su casa de playa a unas horas de dónde se encuentran; además, allí grabarán todo, pero ya mañana temprano.
A Clarisse no le importó desperdiciar su día, después de todo, no es como si debiera hacer otra cosa, algo importante como terminar su guión, claro que no... pero a la que sí le molestó la actitud del divo, fue a la productora, quién está harta de jóvenes cantantes con fama por las nubes.
—No son nada considerados. —continuó quejándose con Clarisse, ambas apartadas de las personas que comenzaron a guardar. —En serio, odio a los famosos.
Clarisse rió suavemente.
—¿Conoces al cantante? —preguntó.
—No. —respondió a la ligera.
Esta vez rió con más fuerza.
—Entonces, ¿por qué estás tan enfadada?
—Porque todos son iguales. —refunfuñó.
Ambas se agradaron desde que se conocen, a pesar de la diferencia de edad, siendo Kim mayor que ella; y la diferencia entre posiciones, siendo Cler una aprendiz.
—Siendo sincera, ya quiero conocerlo. No todos los días conoces celebridades. —subió y bajó sus cejas.
—¿Aún no sabes quién es? —preguntó extrañada.
—¿Debería? —sonrió. —¿Tan importante es? —susurró con asombro.
Kim se encogió de hombros.
—No demasiado. Sin embargo, tampoco es un don nadie. Es lo suficientemente famoso para hacer sonreír a la directora.
Cler sonrió de lado.
—Con más razón debo saberlo. ¿Quién es? —preguntó en un susurro acercándose un poco más confidente.
Apunto de responder, vieron a la directora acercarse, por lo que se enderezaron.
—Oh, Kim. —la llamó. —Ya está todo listo, pero alguien debe quedarse a esperarlo.
—¿Por qué no puede ir de frente? —habló Clarisse.
