XVII

791 104 121
                                    

Yeonjun escuchó lo que Beomgyu le dijo y entonces se arrepintió. Él mejor que nadie, sabía que no podía desaparecer a Gyu, pero tampoco a Beomgyu, pues ambos son el mismo.

Sin embargo, su mirada lo había traicionado, y ahora el chico piensa que su objetivo es desaparecerlo a él, para que Gyu se quedara. Y eso es un error, un grave error. Beomgyu, quién seguía debajo de la cama, se cubrió el rostro y comenzó a llorar, desgarradoramente, haciendo que Yeonjun se acercara a la cama y se agachara para mirarlo, sintiéndose horrible.

Pero Beomgyu, se alejó de él, escondiéndose en la parte más oscura de la cama.

-¡Quiero irme de aquí! - Le dijo, alterado de nuevo. - ¡Quiero irme a la casa de Hueningkai! - Le gritó.

Yeonjun lo miró y trató de controlarse para no entrar por el chiquillo y obligarlo a entender que él solo quiere ayudarlo. Pero se contuvo de hacer algo así. Solo se levantó y se talló la cara con las dos manos. En verdad esa situación está poniendo a prueba su paciencia y tolerancia.

Entonces tocaron a la puerta.

- Doctor Choi, aquí está el desayuno que pidió. - Era la sirvienta que llevaba la bandeja con la comida.

-Ahora te abro. - Le dijo. Se agachó de nuevo y sonriendo, le dijo al muchacho. - Abriré la puerta, pero debes prometerme que no tratarás de huir.

-¡Quiero irme, no quiero comer! - Le dijo, con voz ahogada entre sollozos.

- Por favor, solo permíteme un rato más. Si después de desayunar y de hablar un rato, decides regresar con tu amigo, yo mismo te llevaré con él. Lo prometo. - Y puso su mano sobre el pecho.

Beomgyu dudó, pero en realidad tenía mucha hambre y estaba cansado de correr y escapar.

- Está bien. - Contestó derrotado.

Entonces Yeonjun se levantó y se acercó a la puerta para abrirla, vigilando la cama con la mirada, pues aún no confiaba en él.

- Ya puedes irte, yo serviré los platos. - Le dijo Yeonjun a la muchacha. Esta lucía extrañada de subir dos desayunos, cuando ahí solo se veía una persona.

- Como ordene, doctor. - Y la chica salió rápidamente.

El doctor sirvió el desayuno. Entonces, nuevamente, unos toques en la puerta lo interrumpieron.

- ¡Me lleva el demonio! ¡No nos dejan desayunar en paz! - Maldijo el doctor. - ¿Quién molesta? - Preguntó.

- Soy yo, ábreme. - Le dijo Soobin.

- Pero...

- Ábreme, no tardaré. Le insistió y el doctor se levantó y le abrió la puerta.

Soobin entró y miró a su hermano que lucía demasiado impaciente. Beomgyu escuchaba lo que sucedía, dudando de salir y pedirle ayuda al maestro Choi.

-¿Qué demonios quieres, Soobin? Estamos desayunando. - Le increpó.

- Hueningkai me dio las cosas de Beomgyu. Aquí están. - Le dijo, metiendo una maleta a la habitación. Buscaba con la mirada a Beomgyu, pero no lo vio. Entonces sin más, preguntó.- ¿Dónde está Beomgyu?

-¿Para qué lo quieres? Beomgyu está bien, y yo necesito estar a solas con él, así que te agradecería que te fueras. - Le contestó demasiado grosero.

- Ning le mandó éste sobre. - Se lo mostró, pero cuando Yeonjun lo iba a tomar, él retiró la mano. - Es para Beomgyu no nara ti

- Yo se lo daré... cuando lo crea conveniente.

Dark Side- Yeongyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora