XI

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Hueningkai y Heeseung se miraron cuando Beomgyu salió y los dejó ahí, parados en medio de la sala de estar. El silencio dominó la sala, y de pronto el celular del mayor sonó, recordándole una cita de negocios que tenía pendiente. Miró a Kai y le explicó que tenía que salir, subiendo a arreglarse a su habitación.

Hueningkai se quedó ahí, sentándose en el sillón más grande, pensando que la casa lo ahoga. Esperó a que Heeseung se fuera, y luego se puso su abrigo, una bufanda, y salió a la calle. Pensando que la vida es una mierda, y que Beomgyu está perdido.

Se sentía tan inútil, tan estúpidamente inútil, y llego a la conclusión de que su mejor amigo se perdería para siempre, por su completa incapacidad de resolver problemas, y eso lo hace sentirse muy deprimido.

Siguió caminando bajo la nieve, que iba cayendo lentamente, dando un paso tras otro, hasta que de pronto se dio cuenta de que estaba frente a un antro.

Miraba a la gente entrar y salir, divertida y sonriendo. Felices con sus vidas libres de problemas, o bien, olvidando a éstos dentro de ese lugar que parecía mágico, lleno de gente bonita y simpática. Se quedó ahí mirándolos durante un largo tiempo, y entonces escuchó una voz a su lado.

-¿Vas a entrar, corazón? - Hueningkai desvió la mirada hacia el rostro del chico que le hablaba.

- Yo... nunca he entrado a un lugar así, hyung. - Respondió, educadamente, sintiéndose de pronto muy inhibido.

-¿De verdad? ¡Woahh...! - WooYoung lo miró asombrado. Pensaba que, en verdad, ese chico es tan bonito y al mismo tan inocente, que sería divertido enseñarle algunas cosas de la vida.

- De verdad. - Hueningkai sonrió un poco, ante el asombro del otro.

-Pues entonces... permíteme ser tu guía, dentro de éste santuario llamado... ANTRO.- WooYoung levantó la mano, abarcando el lugar que tenían enfrente de ellos, y sonriendo dramáticamente con su hermoso rostro.

-No tengo dinero, hyung. Y por lo que he sabido, estos lugares son caros. Además, no tenía planeado entrar, solo miraba. - Y era verdad, solo llevaba sus llaves y su celular.

-Soy tu hyung y puedo pagarte algunas cosas que quizás quieras conocer. Además, con solo mirar la fachada, no te enterarás de lo que se trata. - Y tomándolo de la mano, caminaron hasta entrar al dichoso lugar.

Hueningkai miraba todo, con sus enormes ojos abiertos de par en par. Todo es raro para él, oscuro y ruidoso, pero no tanto como pensaba, además como aún es temprano, la gente no estaba demasiado tomada y solo había parejas platicando y bailando en la pista de baile.

Fueron hasta la barra, y se sentaron frente al barman.

- Sírvenos unos "Besos de Ángel", amor. - Le dijo WooYoung al barman, con voz experta.

Hueningkai se rio, por el nombre de la bebida.

-¿"Besos de Ángel"? - Preguntó, divertido.

- Claro, para un ángel, solo "Besos de Ángel" - Le contestó con su mirada bajando a los labios del chico quién de pronto se sintió un poco tímido. - En verdad eres tan bello como un ángel. ¿Cómo te llamas? - Bebió un poco del líquido, después de preguntar.

-Kai, Kai Kamal Huening. - Le respondió éste, tomando también un poco de la bebida, sin poder evitar hacer un gesto de asco, por el alcohol que contenía.

-¿No te gusta?

- ¡Tiene alcohol!

WooYoung se rio con gusto.

- Claro que tiene alcohol, estamos en un bar y aquí se toma alcohol, pero bébelo despacio, y te gustará. - Le explicó, alentándolo a beber otro poco más.

Dark Side- Yeongyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora