III

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Por la noche, Yeonjun se sentía bastante descansado, así que decidió volver al club, y ver si encuentra de nuevo a Beomgyu.

No es que este enamorado, solo que su temperamento le impide dejar pendiente cualquier asunto que le interese, y, en definitiva, ese chico le interesa, pues se da cuenta que está más que dispuesto a pasarla bien con él.

Así que, llegó al club, más o menos a la hora de la medianoche, y se sentó en el bar, exactamente en el mismo lugar.

Miró su reloj. Pensó que se vería demasiado ansioso, pero no le importa, pues jamás le ha importado lo que la gente piense de él o de lo que hace. Sin embargo, el tiempo transcurría y el chico no se presentaba, haciéndolo sentirse como un verdadero idiota. Lo habían engañado y él estúpidamente, había caído en la trampa.

"Es obvio que no vendrá y aquí estás, Choi Yeonjun como el más idiota de los idiotas, esperando a un... mocoso que te quiso jugar una broma y lo logró". - Pensó, comenzando a sentirse molesto, cuando de pronto, sintió unas manos que se deslizaban por su cintura y una voz juvenil y demasiado conocida, que le habló en la oreja.

-¿Por qué tan solo, bebé? - Le preguntó, y luego le dio un suave beso en la oreja, haciendo que Yeonjun comenzara a sentir esa descarga eléctrica, que tanto le gusta.

Se giró para mirarlo y sin más, se besaron apasionadamente, sin cerrar los ojos.

- Dijiste que, si me interesaba, estarías aquí y pues... me interesa. Le contestó una vez que se separaron ligeramente.

-¡Doctor Choi, eres tan directo! - Beomgyu sonrió y nuevamente unió sus labios a los del otro, jalándolo con él hacia la pista de baile. - Ven, bailemos un poco. - Y lo tomo de las caderas, apretándose contra el otro. Colocó una de sus piernas en medio de las del doctor, montándolo sobre él, y ambos gimieron.

- Beomgyu, vamos a otro lado. - Le susurró en el oído, para después darle una suave mordida en la oreja.

-¿Hoy si tienes tiempo, cariño? - Le preguntó levantándolo sobre su muslo, causando fricción en el miembro del otro.

-¡Si...! - Contestó Choi con los ojos entrecerrados, sintiéndose más excitado cada vez.

-Entonces... - Lo besó con suavidad. - Vamos a otro lado, a menos que quieras que nos graben desnudos con los celulares. Le dijo, para luego soltarse a reír, con esa risa que tanto le encantaba a Yeonjun.

- No, no quiero que nadie más que yo, te mire desnudo. - Le contestó, jadeando. Este chico le roba la energía por momentos, y más cuando Beomgyu está apretándose contra él, de nuevo. Entonces le suplicó: - ¡No sigas apretándome, porque me voy a correr aquí mismo! - Y su voz sonaba demasiado excitada.

-¿Qué pasa? - Le preguntó al verlo así.- ¿No me digas que padeces de eyaculación precoz, doctor Choi? - Se burló de Yeonjun nuevamente. Luego le volvió a apretar la entrepierna y el mayor en serio, pensaba que no aguantaría más.

Pero Yeonjun no es de dejarse manipular por un mocoso impertinente, así que, haciendo acopio de fuerzas, recobró el control y jalando a Beomgyu con él, se fue al auto directamente, sin siquiera mirar al resto de la gente. Solo quería llegar a su automóvil, buscar un callejón oscuro y ahí mismo, tomar al chico.

Una vez que el valet parking le dio su auto, empujó a Beomgyu dentro, sin ninguna contemplación, y manejó hasta llegar a la universidad, como la noche aquella, en la que ambos se quedaron con ganas de más.

-¡Hey, doctor Choi, me rompiste la camisa! - Le reclamó el menor, mostrándole dos botones desprendidos, pero Yeonjun lo ignoró.

Estacionó el vehículo a toda prisa, y después de apagar el auto, cerró los vidrios y lo jaló nuevamente con él, subiendo en el elevador hasta su consultorio. Todo esto tan aprisa, que nadie los vio llegar.

Dark Side- Yeongyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora