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"El hogar del hijo prodigio"
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Una rubia acababa de entrar a la casa en la que vivía en un pasado. Esa casa le traía los peores recuerdos y los mejores.
—¿Quien diablos eres?— cuestiono la loba embarazada amenazando a la rubia
—Si, debes ser la sirvienta. Tengo mis bolsos en mi auto,¿podrías traerlos?
—Hola, no soy la sirvienta
—Cierto, eres la chica lobo que mi hermano Klaus dejó embarazada.Esperaba ver una especie de vientre milagroso y sobrenatural.Supongo que aún no se nota.¿Eres Hayley , no? —La lobo se acercó a ella de brazos cruzados
—Tienes los mismo nodales de tú hermano.
—Y también su carácter, así que cuidado.—habló la original en tono fuerte —¿Donde está Elijah?—la original miro por encima del hombro de la loba buscando ver algo
—Ni idea. Se fue hace mucho.
—¿De que estás hablando?
—Bueno, estaba aquí y me prometía solemnemente que me protegería, en estas circunstancias en las que me metí por el alcohol y las malas decisiones. Me decía como un poeta que éramos una familia. Luego, Klaus me dijo que se largó. Supongo que me lo merezco por confiar en un vampiro.—La rubia pensó lo peor cuando la loba le dijo eso
—Elijah no es cualquier vampiro y no rompe sus promesas.—salió en defensa de su hermano—O sea que Niklaus hizo algo deplorable y propio de él. ¡Klaus!—empieza a gritar por la casa—¡Ven aquí y dime qué hiciste con nuestro hermano, narcisista y traidor hijo de perra!
—Basta de tanto grito.—Klaus abre las puertas que dan a la sala furioso —Hermanita, debí suponerlo.Creía que los seis vampiros muertos fueron obra tuya.
—Se portaron muy mal. Intentaron atacar a una pobre chica inocente, que no sabía cómo llegar al Barrio Francés. Lo siento,¿eran tus amigos? Cierto, no tienes amigos—habla con burla
—Si que tengo amigos, tengo a Marcel.¿Lo recuerdas,no? Si, claro que si .—ella baja la mirada—Se cree el rey del Barrio Francés, con sus reglas sobre cómo matar vampiros. Me gustaría ver que castigo se le ocurre aplicarte.
—No me importa mi Marcel ni sus reglas.—habla rabiosa —Elijah siempre cumple su tratos, ¿que le has hecho?
—Quizá esté de vacaciones.—bromea y la rubia lo mira mal—O durmiendo una larga siesta de otoño arriba. Vamos, echa un vistazo.—Ella pasa por su lado dispuesta a buscar a su hermano mayor por cada rincón de la casa pero se detiene al escuchar las palabras de su hermano—Recuerdas está casa tan bien como yo.
