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"Cambiando la corriente"
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Klara había pasado la noche sin poder conciliar el sueño, atormentada por la misma imagen cada vez que cerraba los ojos: Klaus, un ejército y un mar de sangre. Esto la mantenía en estado de alerta constante. Conocía la presencia de un engendro híbrido de Klaus en la ciudad, y aunque no estaba contenta con la alianza entre Rebekah y Marcel para poner fin a Klaus, se sentía impotente.
—¡Klara, Klara! — Marcel la llamó a gritos, lo que hizo que ella rodara los ojos antes de salir de su habitación.
—Sabes que tengo un oído agudo, ¿verdad? No necesitas gritar.
—Perdóname, estoy emocionado. Ven, quiero que conozcas a alguien. — Marcel la llevó con intriga, y Klara lo siguió, sorprendiéndose al ver a Rebekah, quien fingió asombro.
—¿Klara? No puedo creerlo. — Rebekah la abrazó con fuerza— Pasé tantos años creyendo que estabas muerta. — Se separaron para sonreír y abrazarse de nuevo.
—Estás radiante, Rebekah. — Klara sonrió.
—Voy a salir un rato y las dejaré a solas para que se pongan al día.
—Gracias, Marcel. — Klara sonrió a la pelirroja.
—Ya se fue. — Rebekah informó.
—¿Por qué estás del lado de Marcel? — Klara cuestionó, visiblemente alterada por la situación con Klaus.
—Klara, mi hermano se ha estado portando de manera inaceptable últimamente. — Rebekah intentó aligerar el ambiente.
—Eso no justifica querer matarlo. ¡Es tu hermano, Rebekah! Él te ama más que nadie en este mundo. — Klara trató de razonar con ella.
—Mi hermano ha cruzado todos los límites. No tienes idea de lo que ha hecho en estos años. Va a tener un hijo con otra mujer. Se fijó en otra persona en Mystic Falls. Te traicionó, traicionó el juramento que hicieron.
—¡Detente, Rebekah! Él pensó que yo estaba muerta. Estoy segura de que si no hubiera sido por eso, no se habría involucrado con la loba. Pero todo esto tiene que acabar. Un amor como el nuestro no desaparece de la nada. — La pelirroja se sentó y Rebekah la imitó.
—Sé que Marcel te ha tenido prisionera aquí. Quería ganarme su confianza y convencerlo de que te dejara libre. — Klara negó con la cabeza.
