23. Cita a ciegas

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Chu Yi estacionó en otra entrada del edificio de Feiyun. Alguien como Qin Yiheng, naturalmente, no se metería en el mismo ascensor con sus empleados durante las horas pico.

Vio a Qin Yiheng entrar por una entrada diferente a la de los demás.

Chu Yi no tenía la intención de irse. Bajó las ventanas y espero hasta que Qin Yiheng dejara su línea de visión antes de irse.

Mientras lo observaba irse, de repente escuchó que alguien lo llamaba por su nombre.

—¿Chu Yi?

Al escuchar el sonido, Chu Yi desvió la mirada de la espalda de Qin Yiheng a esa persona.

—Realmente eres tú. Pensé que se parecía a tu auto, y en realidad eres tú.

Chu Yi bajó la ventanilla y miró al hombre cerca de su auto que llevaba una mochila y vestía una chaqueta, sonrió secamente.

—Qué coincidencia.

De hecho, fue toda una coincidencia. Este caballero es el programador con el que tuvo una cita a ciegas la semana pasada, Zhao Zhongliang.

Zhao Zhongliang se acercó e incluso puso una mano en el marco de su ventana.

Chu Yi miro a su alrededor y descubrió que Qin Yiheng, quien se suponía que había entrado por la puerta, no entró. Se paró junto a la puerta y miró hacia ellos, parecía que tenía la intención de acercarse.

—He estado muy ocupado últimamente. A menudo trabajo horas extras hasta las 3 o 4 de la tarde. Pero la tía me contactó y me dijo que ya te había comunicado mis intenciones. —Zhao Zhongliang continuó diciendo con una sonrisa —No has respondido al último mensaje que te envié.

—¿Es así? probablemente lo olvidé porque he estado ocupado. — Chu Yi levantó las cejas.

Chu Yi recordó de repente el mensaje del que estaba hablando Zhao Zhongliang. Él es la cita a ciegas a la que le encanta enviarle frases para ligar. El último parecía ser algo así como shouxin,, shoubei, eres mi dulce baobei. Hizo que Chu Yi se sintiera tan incómodo que casi lo bloquea.

En este momento, Zhao Zhongliang estaba emocionado por encontrarse a Chu Yi. Se subió las gafas y miró su reloj, parecía estar pensando en elegir entre llegar tarde y quedarse con Chu Yi.

Pero pronto, su cerebro de programador tomó la decisión por él.

—Tengo que ir a trabajar. Te llamaré después de salir del trabajo hoy. Estoy libre la próxima semana. Te invitaré a salir...

Chu Yi lo interrumpió, —No, ahora mismo ya estoy...

Zhao Zhongliang de repente recibió una llamada, porque ya tenía el teléfono en la mano, respondió rápidamente: Hola.

Chu Yi quería seguir hablando, pero Zhao Zhongliang ya había retrocedido unos pasos. Hizo un gesto a Chu Yi con un movimiento de llamada, indicando que lo contactaría más tarde.

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Zhao Zhongliang retrocedió y, cuando se dio la vuelta, de repente vio a la persona que solo había visto en fotografías, rápidamente dejó su teléfono, cubrió el micrófono y dijo respetuosamente: —Hola, presidente Qin.

Como si tuviera miedo de ser atrapado por llegar tarde, Zhao Zhongliang inmediatamente entró después de saludarlo. Incluso le dijo al teléfono: ¿Sabes con quién me acabo de encontrar? ¡Qin Yiheng!

Zhao Zhongliang ya se había ido, en realidad no había necesidad de que viniera Qin Yiheng.

Después de todo, sintió que Qin Yiheng solo se acercó porque pensó que Chu Yi se había encontrado con un amigo. Con la opinión actual de Qin Yiheng sobre la familia, debería venir a saludar al amigo de Chu Yi.

Accidentalmente casado con un tarro de vinagreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora