Accidentalmente casado con un tarro de vinagre

Extra: Primer encuentro (Parte III)

El auto de Xu Jing casi dio la vuelta a toda la Ciudad A.

Cuando subieron al auto por primera vez, Xu Jing le preguntó al presidente Qin: —¿A dónde vamos?

El presidente Qin luego le preguntó al hombre a su lado: —¿A dónde?

El hombre se recostó en un estado inconsciente y respondió al azar: —Mn mn mn, llévame a casa.

El presidente Qin volvió a preguntar: —¿Dónde está tu casa?

El hombre dijo: —¿Dónde? Yo olvidé.

Entonces no hubo más sonido en la parte de atrás.

Xu Jing solo pudo conducir hacia la carretera primero.

Envió al presidente Qin aquí esta tarde. Los padres del presidente Qin viven cerca, por lo que supuso que el presidente Qin probablemente quería ir a casa a cenar con sus padres hoy.

Entonces, ¿cómo termino así?

¿Recogió a un hombre?

E incluso un hombre tan borracho.

Xu Jing levantó la cabeza y miró por el espejo retrovisor.

Era un joven bastante apuesto. Era una cara desconocida, no es ningún hombre de negocios con el que el presidente Qin se hubiera contactado recientemente.

¿Lo conoció por casualidad?

De acuerdo con lo que sucedió hace un momento, solo podía adivinar que era un encuentro casual.

—Presidente Qin. —Xu Jing estaba a punto de abordar el problema de dirigirse a la izquierda, a la derecha o hacia adelante, y aun así decidió preguntarle a la persona en el asiento trasero: —¿A dónde vamos ahora?

Al escuchar esto, el presidente Qin le dio unas palmaditas al hombre a su lado. —Sr. Chu, ¿recuerda en dónde está su casa?

El hombre llamado Sr. Chu sacudió la cabeza de izquierda a derecha y luego abrio los ojos.

—No lo recuerdo. —Luego incluso se angustió dando una vista penosa. —¿Qué debo hacer?

Qin Yiheng miró a los ojos de cervatillo frente a él y dijo suavemente: —Piensa despacio.

Luego le dijo a Xu Jing: —Solo conduce primero.

—Está bien.

Así que Xu Jing condujo durante casi 15 minutos y el Sr. Chu todavía no recordaba dónde estaba su casa.

Dado que el presidente Qin rara vez fue tan paciente, ¿qué más puede decir como conductor?

Cuando finalmente regresaron a la misma calle, hubo movimiento en el asiento trasero.

—¿Lo recuerdas ahora?

—¿Recordar qué?

Qin Yiheng hizo una pausa de medio segundo antes de decir: —¿Dónde está tu casa?

Chu Yi dijo con incertidumbre y preocupación: —¿No me llevarías a casa?

—Lo hare. —Qin Yiheng pensó por un momento y extendió la mano. —¿Sería conveniente mostrarme su tarjeta de identificación?

—Oh, claro. —Luego sacó su tarjeta de identificación sin ningún atisbo de estar en guardia. —Debe escribir el propósito en la copia duplicada, tenga cuidado de que le roben la información.

Qin Yiheng se divirtió una vez más con el Sr. Chu.

Qin Yiheng leyó la dirección anterior y preguntó: —¿Puedo enviarte a esta comunidad?

Chu Yi inmediatamente tomó su tarjeta de identificación y negó con la cabeza. —No, no iré a casa de mi madre, no.

—Entonces, ¿recuerdas dónde está tu casa?

Chu Yi negó con la cabeza. —No lo recuerdo.

Qin Yiheng finalmente parecía un poco impaciente. Le dijo a Xu Jing: —Encuentra un hotel cercano.

Xu Jing. —De inmediato.

Con un destino, Xu Jing condujo rápidamente a un hotel cercano.

Cuando el Sr. Qin y el Sr. Chu salieron del automóvil, Xu Jing preguntó: —Presidente Qin, ¿lo espero aquí?

El presidente Qin preguntó confundido: —¿Cómo puedo volver más tarde si no me esperas?

después de estas palabras, Xu Jing no imaginaba que esperaría toda la noche.