-No es aracnofobia-(Frisk x Muffet)

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El invierno finalmente vino justo para la temporada navideña en la ciudad. Frisk estaba pendiente de eso, así qué decidió cumplir una promesa como hacía todo los años en esta temporada.

Hacer un muñeco de nieve.

-Gracias por construirme un nuevo cuerpo, Frisk!-Gritó con alegría el muñeco de nieve.-Otra vez. Agradezco los lugares a los que me has llevado.

Frisk le sonrió, sé despidió por ahora del muñeco de nieve con la promesa de volver por el a finales de invierno para recoger una parte del mismo y guardarlo en el congelador cómo hacía en los últimos años.

Frisk caminó por las calles cubiertas de nieve, dándole una que otra mirada alrededor. La ciudad decorada con decoración navideña era bonito de ver, al igual que ver tanto a monstruos como humanos paseando por las calles como ciudadanos iguales.

Aveces Frisk dejaba de caminar un momento al ver la escena de un monstruo ayudando a decorar un árbol junto a algunos humanos. Esas escenas que lo hacían sonreír con sinceridad.

Siendo alguien que conocía bien el pasado de monstruos y humanos, era bueno saber qué eso ahora sólo era una historia del pasado.

Cómo en el pasado en el que la navidad no significaba nada para, Frisk. Cómo cualquier otro día de su vida antes de caer al subsuelo. Ahora tenía una extraña, pero cariñosa familia, muchos amigos y una novia con quienes decir feliz navidad. Claro, a su manera. Seguía siendo un chico de pocas palabras, eso es algo que no cambiarías ni con el tiempo.

Al pensar en Muffet también pensó en ir a verla, pero sabía que en estos días estaría ocupada con mucho trabajo debido a la festividad.

A mucha gente le gustaba comer postres en navidad, más sí venía de la panadería/casa de Muffet.

Luego pensó en volver a casa. Seguramente su peculiar familia ya esté reunida y haciendo los preparativos, tal vez necesitarán su ayuda para por lo menos mantener alejado a Papyrus y Undyne de la cocina. De eso ya sé encargaban Sans y Alphys, pero nunca está de más una mano extra.

Aún así... Frisk no podía dejar de pensar en ver a Muffet antes de volver a casa, sabía que no lograría convencerla de dejar el trabajo en temporada de ventas, pero un pequeño saludó no lastimaba a nadie.

Frisk desvió su rumbo y cambió su destinó hasta la panadería/casa de Muffet.

Al llegar al lugar, vió algo que no le sorprendió. Una fila larga bloqueando las posibilidades de entrar por la puerta de enfrente.

En fin... Frisk ya sabía que había otra forma de entrar. El humano fue a la parte trasera de la tienda dónde sé topó con la mascota araña/magdalena gigante de Muffet.

Dicha mascota estaba cuidando la parte de atrás y cuándo vió a Frisk, le lanzó una mirada intimidante, pero también sé apartó para darle pasé libre al humano.

La mascota de Muffet siempre fue... agresiva con cualquier otra persona que no sea Muffet. El lado positivo es que almenos no atacaba a Frisk por salir con su dueña. Eso sí, siempre lo miraba cómo un depredador miraba a su presa, cosa qué hacía con todo el mundo menos hacía Muffet como dicho anteriormente.

Frisk entró al lugar y fue recibido por una araña que le mostró un cartel de bienvenida. El humano saludó con un gestó de manos pará luego seguir a la araña quién sé molestó en serle de guía por el lugar.

Frisk llegó a la cocina dónde sé encontró a un montón de arañas llendo de acá para allá, cargando bolsas de harina, azúcar y demás cosas, también tirando los paquetes vacíos.

Sé movían bastante rápido. Frisk casi sé marea al intentar seguirles con la mirada. Dejó de mirar a las arañas para fijar su atención en la dueña del lugar, Muffet.