Marca de Matrimonio [XiCheng/ChengXi] 💙💜

Capitulo 24

[Publicado: 18/10/2022]

[Editado: 15/04/2024]

Labios suaves y tibios, como pétalos de la flor floreciente sobre los rayos matutinos de primavera. Se fundían entre movimientos apresurados, una añoranza temerosa del inexperto jade, imitando la misma danza de sus fantasías reprimidas.

Cuando Lan XiChen fue besado, todavía no podía comprender lo que había sucedido; su mano con cierta renuencia presionó el pecho de WanYin para separarse, quien protestó con un segundo beso más hambriento; el incitante sonido acuoso inundaba sus oídos; los suspiros de un enamorado que intenta transmitirlo sin palabras.

Su beso no tardó en ser correspondido aunque de manera tímida; inseguro y lento, el jade miraba ese rostro tan cerca del suyo, su rubor, su calor, la entereza con la que besaba.

Este es el beso que se dan los amantes.

Jiang Cheng elevó sus caderas y se inclinó más, con la gracia de un felino atacando entre besos y mordidas los labios ajenos. XiChen no negó el acto aunque seguía conteniéndose.

Sus pechos se agitaban con el ardor del deseo al separarse para recuperar el aliento.

Los párpados del loto cayeron con cierta gracia seductora, asomándose el brillo púrpura como dos piedras preciosas ocultas entre contrastes, en la belleza del amante alfa que balanceaba su cuerpo contra Lan XiChen; apresó con sus muslos las caderas del otro.

Puso dedicación en el nuevo movimiento de labios, otro beso que robó; memorizaba el contorno fino, terso y húmedo de los labios de durazno, succionando el dulzor de su saliva caliente.

Jiang Cheng no estaba actuando bajo el dominio de su parte alfa, este era el primer beso que entregó con tanto cariño, movido por sus sentimientos de cuánto quería a la persona que tenía debajo.

Sujetó la mano que lo frenaba del pecho y con algo de brusquedad la sometió sobre el suave colchón, enredando sus dedos en ella, la aferró; así logró eliminar las últimas defensas de XiChen.

La lengua suave empujó los labios delgados de durazno, bajo la amenaza de entrar y reclamar esa cavidad que tanto deseaba saborear de nuevo.

—WanYin... espera... ¿por qué...?— aquel jade fue un poco demasiado inocente, creyendo que al hablar pondría freno al seductor ataque.

Lo que ganó fue un beso más profundo, el cuerpo de WanYin se presionó encima de él, igual a la lengua envolviéndose con la suya, liderando su danza hasta que su saliva comenzó a escaparse entre las comisuras de sus bocas.

Las dos manos se enlazaron, sujetándose con fuerza mientras las suaves cejas de XiChen se arrugaban ante el fragante aroma de castañas y lotos que envolvía su cuerpo.

El calor aumentaba en su interior entre las respiraciones entrecortadas, los temblores de sus cuerpos alertaban que perderían el control.

Lan XiChen reunió el poco autocontrol que le quedaba, jadeante ante los besos continuos que arrebataban su cordura.