Marca de Matrimonio [XiCheng/ChengXi] 💙💜

Capitulo 30

[Publicado: 06/11/2022]

[Editado: 16/04/2024]

El constante zumbido y demás ruidos de los aparatos alrededor alteraban el sueño de Jiang Cheng. A decir verdad, no es que estuviera particularmente interesado en descansar ahora, ¡con un día completo de inconsciencia le bastaba! Pero estaba intentando esforzarse por ser considerado con el copito que tiene adentro; porque sí, sin planteárselo mucho, ya hasta le había dado un apodo a su hijo no nacido.

Cuando lo vio por la pantalla, le pareció tan pequeño y extrañamente casi redondo como un copo de nieve, de los que dibujan en los libros infantiles. Ya tenía experiencia en poner apodos a los perros callejeros cuando era niño: "Bolita, pequeña princesa, estrella, flor, tigrecito, etc."; aunque recibió muchas burlas de su hermano, este loto no cambiaría viejas costumbres, simplemente porque era algo que le gustaba hacer por impulso hacia lo que le tenía cariño.

Pese a ser todavía algo incómodo pensar en él mismo teniendo un bebé, ya comenzó a aceptarlo.

El loto cerró los ojos con fuerza y suspiró exasperado. No puede dormir...

Ya ese doctor paranoico no dejó de repetir que debe cuidar su cuerpo de ahora en adelante, el descanso es prioridad para la recuperación y el desarrollo de "copito", pero es imposible.

Entreabrió los ojos hacia la puerta con una expectativa ansiosa. Las horas de visita terminaron hace mucho tiempo, sin embargo, no ha podido apartar la mirada de ese lugar, esperando que alguien llegue.

Jiang Cheng frunció el ceño y resopló forzándose a cerrar otra vez los ojos mientras se tapaba media cara con la rasposa sábana blanca.

La conversación con sus padres fue cuanto menos, espantosa. Después de que declaró que quería tener ese bebé recibió el sin fin de sermones, regaños y hasta sus expectativas catastróficas sobre cómo iba a terminar siendo abandonado en la miseria con un pequeño bastardo (fue exactamente como llamaron a su futuro nieto/a).

A él no podría importarle menos sus expectativas, ya de por sí los ha decepcionado prácticamente desde que vino al mundo. Su prioridad es no convertirse en un padre igual a ellos.

Las horas transcurrieron en la penumbra, su constante movimiento en la camilla y demás cosas que han llenado desde siempre el ambiente de un hospital. Al final logró dormir unas tres o cuatro horas antes de que la intensa luz matutina se filtrara acosadoramente entre las persianas de la ventana, hacia sus párpados cerrados con fuerza. Una enfermera rechoncha con toda su crueldad, abrió por completo las persianas y así terminó con su pobre sueño.

Jiang Cheng se hizo un ovillo entre las sábanas, estirando la mano como si buscara ese algo cálido que siempre lo envolvería en un abrazo, para esconder su cara contra el pecho firme con aroma dulce. Al encontrar el vacío, se levantó casi asustado.