Marca de Matrimonio [XiCheng/ChengXi] 💙💜

Capitulo 32

[Publicado: 16/11/2022]

[Editado: 16/04/2024]

Parece que el tiempo transcurría con demasiada lentitud. Lan XiChen se aisló de todo a su alrededor escuchando la voz de MingJue a través del teléfono.

Aunque entiende la mayor parte de las palabras, siente que hay algo mal. Quizás porque la voz del alfa sonaba diferente a lo normal, o tal vez porque no le gusta tener que ocultar algo tan importante.

Se esforzaba por concentrarse en la petición de MingJue, no obstante, todo ese tiempo estuvo abrumado; hay una extrañísimo sentimiento que lo agita por dentro. Le da la sensación de que estaba en un gélido abismo envuelto por una inquietante oscuridad, aislado de este mundo, un lugar tan distante que es rechazado por el tiempo y la vida.

Entonces descubre que esta sensación es porque su alma está inquieta.

Un repentino mareo lo obligó a sujetarse contra la pared, respirando profundo para estabilizar la energía de su cuerpo.

Cuando creía que ya no podía resistirlo, el llamado de MingJue lo trajo de vuelta a la realidad.

—Hermano Huan, es lo único que voy a pedirte. Es muy importante que me des tu respuesta la próxima vez que nos encontremos. Recuerda que nadie más puede saberlo.

Lan XiChen parpadeó igual a quien despierta de un profundo sueño, miró en trance hacia el final del pasillo; la luz recayó en su rostro pálido, las pupilas oscurecidas reflejaron la puerta que da con la parte trasera del jardín.

Tomó un respiro y sonrió, consciente de que MingJue no puede verlo.

—No tienes que pedirlo, por supuesto que lo haré. Te doy mi palabra.

Al otro lado, entre la estática y un eco sordo, se escuchó una especie de suspiro ronco.

—Gracias, hermano Huan. Recuerda la fecha. Nos veremos muy pronto.

—¡MingJue-xiong!— antes de que la pesada respiración se cortara, XiChen hizo caso a un espontáneo presentimiento y lo llamó con prisa.

El jade apoyó su espalda contra la pared, observando el reflejo de sí mismo en el piso lustroso

"No, no se lo digas, si lo dices, le traerá una gran calamidad"; escucha la voz de su consciencia que lo obliga a hacer una pausa.

—MingJue-Xion, si tienes algún problema, puedes contar conmigo. Te ayudaré con lo que sea.

"Ya que no lo hice en la otra vida" el pensamiento instantáneo después de haber hablado con toda sinceridad, fue doloroso.

Lo que recibió, luego de un largo silencio, fue una extraña risa muy ronca.

—No tienes que hacerlo.

Y la llamada se cortó.

Lan XiChen estuvo un largo tiempo sosteniendo el teléfono contra su oído, era doloroso para su cara, sin embargo, todavía cree que podría escuchar la voz de MingJue en cualquier momento, repitiendo esas palabras inquietantes.