Seis

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Los exámenes terminaron por fin esa tarde, en la que Ohm recorre los pasillos con una carpeta bajo su brazo y un café en la mano izquierda, dando pequeños sorbos a la bebida de caramelo

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Los exámenes terminaron por fin esa tarde, en la que Ohm recorre los pasillos con una carpeta bajo su brazo y un café en la mano izquierda, dando pequeños sorbos a la bebida de caramelo. La quinta nota, de Martes a Lunes, descansa pegada en la puerta de su casillero mientras Ohm guarda su carpeta, con la frase: ¡Felicidades por tu 100%!, firmada como siempre por "X".

—Ohm, escuché que sacaste 100 en tu examen. —Copter da de saltitos al lado del más alto, con una enorme sonrisa en su rostro— ¡Te compré un pastel para celebrar! Pero, ah... —se rasca el cabello castaño detrás de la oreja y mira para todos lados—. Je, es que Flukie y yo lo probamos un poquito y-

—¿Quién? —Ohm mira, con una sonrisa de lado y un gesto curioso en su rostro a Copter.

Copter enrojece totalmente y abre los ojos.

—Oh, Flukie... Es mi compañero de clase, ambos tomamos Repostería. —Copter sonríe y asiente—. Sí, eso... Pero hum, nos comimos tu pastel... Lo siento Ohm.

—Ah, está bien Copter. —Ohm cierra la puerta de su casillero y Copter se cubre la boca, asombrado—. Tengo un café y una nota de felicitaciones, es suficiente recompensa. —Ohm bebe y mira el vaso, con una sonrisa—. Sonará extraño, pero, han sido detalles muy lindos y yo, bueno... —el pelinegro mueve la cabeza de un lado a otro y sonríe.

—Me alegra que te gustara. —responde alguien detrás de Ohm, una voz delicada y seguramente, su portador está sonriendo. Copter chilla, aun con la boca cubierta—. Mi profesor dice que debo ponerle menos azúcar, pero sé que te gusta muy dulce.

Ohm está de pie, helado y sin poder moverse todavía, porque sabe perfectamente que la voz que habla a su espalda es del compañero de Copter, el pequeño de los ojos almendrados y sonrisa escondida, el chico que vio una vez en la biblioteca y le pidió una pluma, el chico castaño que le gusta desde hace meses y jamás le ha dicho a nadie.

—¿Fluke? —la voz le tiembla al pelinegro, incluso la mano que sostiene su café tiembla cuando se ven de frente.

—Me gustaría más si me llamas Flukie. —Fluke sonríe, Ohm también y ya no hay nadie alrededor al menos para ellos dos—. Hola, Ohm.

—Hola...

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Caramel macchiato y Glaseado de vainillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora