Capitulo 4

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Jayden Lombardo

12 de enero.

Un día gris y nublado me encontraba caminando en Central Park. Cansado de aparentar que estoy bien y que no me importaban las miradas que me da la gente al momento en que ven mi rostro, miradas de pena, tristeza o repulsión ya que la mayoría me ven como si fuera un monstruo, "monstruo" esa fue la palabra que uso la mujer que fue mi prometida, la mujer que creí que era el amor de mi vida y me amaba de verdad, pero al momento de ver cómo quedo mi rostro por culpa de ese maldito accidente decidió abandonarme diciendo que no podría casarse con un monstruo.

Mi familia intento animarme diciendo que habría una mujer que me iba amar de verdad sin importar mi físico, por un tiempo si creí que alguien me amaría e intente tener otras relaciones, pero siempre era lo mismo, querían mi dinero y me miraban con asco, hasta que me canse de intentarlo y decidí cerrarme a la idea de algún día tener una mujer que me ame de verdad, que me vea con amor y formar una familia.

Es miércoles y son las 4 de la tarde, hace un rato compre un café y unas donas, fui en busca de una banca que quede cerca del lago, vi que la mayoría ya tenía mucha gente, y con lo que me gusta estar cerca de las personas "nótese mi sarcasmo" hasta que vi una donde se encontraba solo una chica leyendo un libro, la observe un rato, es bonita muy bonita, sacudo mi cabeza sacando esos pensamientos y dirigiéndome donde estaba ella para sentarme.

Cuando estoy por sentarme ella levanta su cabeza dejando ver mejor sus ojos de un color verde claro, simplemente preciosos, tiene cabello castaño claro y ondulado que le llega hasta la cintura, toda en ella es perfecto, me regala una pequeña sonrisa mientras se mueve un poco para darme más espacio para sentarme y poner mi comida en medio de los dos, sacó mi celular ya que me llegaron algunos mensajes, mientras respondo siento unas miradas en mi, son tres hombres que me miran con desagrado y me fulminan con la mirada, estoy acostumbrado a que la mayoría me vea así pero hoy siento que nos es solo por mi rostro que me ven así.

-Ignóralos solo quieren llamar la atención.

Dice la chica preciosa haciendo que voltee a verla confuso por lo que dijo.

-Hace rato se habían sentado uno a cada lado mío y empezaron a molestarme proponiendo cosas asquerosas, pero los mande a la mierda y pensé que se habían ido pero regresaron a molestar.

Escuchar eso hace que me enoje, ya que ninguna chica debería sufrir acoso.

Nos quedamos viendo por un rato, no podía ni quería apartar mi mirada de ella, pero desgraciadamente los dos idiotas se colocaron enfrente nuestra haciendo que volteáramos a verlos, uno de ellos agarro mi café y lo tiró haciendo que me levante para encararlos.

-En serio a este si lo dejaste sentarse junto a ti. Solo míralo, hasta da miedo de verlo, parece un monstruo, no sabes que los adefesios no son bienvenidos por acá.

Su amigo se ríe apoyando las palabras de este idiota, aunque me sienta humillado por este par de idiotas, no iba a dejar que siguieran molestando a esta chica, cuando estaba por levantarme y decirles sus verdades, la chica preciosa se levanta colocándose enfrente de mi, como intentando protegerme.

-Aquí los únicos monstruos son ustedes, unos idiotas que no entienden cuando una mujer les dice que no quiere nada con ustedes.

Dice ella completamente enojada, haciendo que aparezca una mínima sonrisa en mi rostro.

-Oh vamos linda acaso me dirás que prefieres a este tipo. Que a uno de nosotros, solo míralo, da repugnancia solo de ver su rostro.

Las Estrellas Si Cumplen Deseos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora