Polonia 1944.
Una niña de apenas 6 años iba cogida de la mano de su madre mientras permanecia al lado de su hermano mayor. Los tres se encontraban en el campo de exterminio de Auschwitz y, a pesar de que la pequeña no sabia donde se encontraba, ver a tantos solados armados hasta los dientes le hizo entender que ese lugar no le iba a traer nada bueno. Los soldados empezaron a separar a los hombres de las mujeres por filas y uno de ellos agarró al hermano de la niña. La pequeña agarró la mano del mayor con todas sus fuerzas para evitar que se lo llevaran mientras la madre de esta gritaba y lloraba desconsolada. Finalmente, dos soldados consiguieron separar a los dos hermanos y se llevaron al chico con los demás hombres. Una reja de metal era lo único que les separaba, pero para la pequeña era como un gran muro que se levantaba impotente ante ella. Aún así, la niña se separó de su madre e intentó ir hacia su hermano. Su valentia fue en vano, ya que un soldado agarró a la pequeña del brazo y empezó a gritarle. La niña gritó también, aunque de dolor, ya que el soldado le estaba presionando demasiado fuerte el brazo. Entonces, la reja de metal empezó a moverse y se abrió por la mitad. La pequeña no tenía la menor idea de lo que ocurria, pero sintió el terror que se dibujaba en el rostro de los soldados a causa de ese repentino suceso.
[...]
Los soldados llevaron a la niña y a su madre dentro de un gran edificio que se encontraba en medio del campo de exterminio. Desde el incidente en el exterior, la pequeña no habia vuelto a ver a su hermano y no sabia si volvería a verlo de nuevo. Los soldados se detuvieron delante de una puerta y uno de ellos llamó. Esperaron que desde dentro otros dos soldados les abireran y entraron junto a la niña y su madre. Fue en ese entonces cuando la pequeña vio a su hermano de pie en medio del despacho al cual habian entrado. También habia un hombre sentado detrás de un gran escritorio de madera, pero la niña estaba tan centrada en su hermano que ni siquiera se dio cuenta. La madre y la niña se abalanzaron hacia el chico y se abrazaron mientras la madre no dejaba de llorar aliviada por tener a sus dos hijos con ella de nuevo.
—Ya es suficiente —anunció el hombre detrás del escritorio y los soldados agarraron a la madre y a la pequeña para separarlas del niño—. Esto es lo que vas a hacer —le dijo al chico—. Contaré hasta tres y moverás la moneda —la señaló ya que se encontraba encima del escritorio—. Si no lo haces, apretaré el gatillo, ¿entendido? —cogió la pistola que tenia guardada en la cintura y apuntó a la madre de los niños—. Uno... Dos...
El niño no sabia que hacer. Sabia que tenia que mover la moneda, pero no sabia como. Ese hombre le estaba pidiendo algo imposible y estar sometido a tanta presión le estaba agobiando bastante.
—Puedes hacerlo, no pasa nada —intentó tranquilizarle su madre—. No pasa nada.
El chico miró a su madre y volvió a mirar la moneda. Levantó sus manos para intentar moverla, pero no podia. Todas sus fuerzas estaban centradas en levantarla, pero no se movia.
—Tres —finalizó el hombre de detrás del escritorio y disparó a la madre de los niños. Esta cayó al suelo con una bala en la cabeza y el niño gritó lleno de ira.
A causa de la violenta muerte de la madre, el chico empezó a aplastar todos los objetos de metal que se encontraban en la sala sin poder controlarse. Eso hizo que los cascos que llevaban los soldados se aplastaran y a causa de la presión que producian estos sobre sus cabezas, terminaron cayendo al suelo muertos también. Cuando el soldado que agarraba a la niña cayó al suelo y la soltó, fue entonces cuando esta se dio cuenta de lo que acababa de pasar. El único hombre que quedaba en pie era el que habia disparado a su madre, así que esta se acercó a él y, sin quererlo, sus ojos se pusieron de color morado; mostrando el poder que tenia la pequeña dentro de ella. Entonces, el hombre empezó a elevarse del suelo y este miró a la niña algo aterrorizado, pero sobre todo asombrado. Seguidamente notó como poco a poco iba quedandose sin aliento, pero antes de que la pequeña pudiera matarle, varios soldados entraron dentro de la sala y agarraron a la niña. Esta salió del trance en el que habia entrado y el hombre cayó al suelo. Entonces, uno de los soldados que habia entrado sacó una pistola para matarla, pero se detuvo al escuchar las ordenes de su superior.
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Mᴜᴛᴀɴᴛs | 𝖢𝗁𝖺𝗋𝗅𝖾𝗌 𝗈𝗋 𝖫𝗈𝗀𝖺𝗇
FanficLia y Erik Lansher fueron encerrados durante su niñez en un campo de concentración donde experimentaron con ellos a través de su mutación. Los dos hermanos creían que eran los únicos con esas habilidades, pero después de conocer a Charles Xavier y a...