Mᴜᴛᴀɴᴛs | 𝖢𝗁𝖺𝗋𝗅𝖾𝗌 𝗈𝗋 𝖫𝗈𝗀𝖺𝗇

Capítulo 4

Al cabo de un rato los mutantes siguieron bailando sin cesar y Lia seguía junto a Alex. Lo cierto es que lo estaba pasando muy bien por primera vez en su vida y no quería que ese momento se terminara.

—¿¡Que estáis haciendo?! —exclamó Moira desde el ventanal y todos se detuvieron. Lia apagó la música con su mutación—. ¿Quién a roto la estatua?

—A sido Alex —le delató Hank.

—¿En serio, Hank? —le pregunté en voz baja.

—Da gracias que no haya dicho tu nombre también —me respondió de la misma forma.

—No, el nombre clave de Alex es Chaos y he pensado que tú —dijo Raven señalando a Charles que estaba junto a Moira al igual que Erik—. Deberías llamarte Profesor X y —señaló a Erik—. A ti te pega Magneto.

—Excepcional —dijo Erik y se fue junto a Moira.

—Esperaba más de vosotros —les regañó Charles y se fue detrás de ellos.

Lia miró a Alex y este se encogió de hombros. La castaña no pensaba que se enfadarían tanto con ellos, así que decidió ir a buscarlos.

—¡Erik! —le llamó Lia y Charles se giró hacia ella.

—¿Que quieres, Lia? —le preguntó.

—Hablar con Erik.

—No creo que esté muy contento contigo.

—¿Porque? ¿Porque tu no lo estás?

—Pues no, la verdad es que no lo estoy.

—Pues perdoname por divertirme con gente de mi edad por primera vez en mi vida. Porque a diferencia de ti, yo no he tenido una buena infancia y lo sabes.

—Tu tampoco sabes cómo fue la mía.

—Tienes razón, no lo sé, pero apuesto a que no mataron a tu madre delante de ti y te encerraron en una celda más de la mitad de tu vida.

Lia dio media vuelta y se fue. Lo que había sido el mejor momento de su vida ya no quedaba nada y odió a Charles en ese momento por haberle arruinado la fiesta de esa forma. Lo último que quería era recordar todos su trauma de la infancia, pero acababa de hacerlo y se sentía muy mal por ello.

[...]

Después de la discusión con Charles, la castaña había vuelto a su habitación y se había encerrado. Estaba tumbada en su cama mirando a la nada hasta que llamaron a la puerta. Lia esperaba que fuera Erik para disculparse por lo de antes, pero al abrir la puerta vio a Charles. En seguida quiso cerrar la puerta, pero este puso el pie para que no lo hiciera.

—Lia, déjame pasar, por favor —le pidió—. Solo quiero hablar —la castaña suspiró y abrió la puerta para dejarle pasar—. He venido para decirte que Erik y yo nos vamos con la CIA a una misión.

—Me alegro —dijo Lia cortante.

—Erik iba a dejarte que nos acompañaras, pero con lo de antes…

—Eso dice, pero los dos sabemos que no me hubiera dejado ir —le cortó la castaña—. De todas formas os fuisteis a buscar a los mutantes sin mi.

—Lia, no pretendía…

—Ya, lo se —quería terminar la conversación cuanto antes—. ¿No tenías que irte? Los de la CIA te estarán esperando.

Charles la miró por unos segundos. Parecía que quería decirle algo, pero finalmente se dirigió hacia la puerta.

—Adiós, Lia —se despidió.

La castaña le miró sin decir una palabra y Charles se marchó cerrando la puerta tras de sí. A Lia todavía le dolía la discusión que habían tenido antes y por eso había sido borde con él.