III

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Inosuke le miraba casi congelado con su corazón a millas, su cálida mano y su ronca voz resonar en sus oídos. Inosuke se sintió abrumado por su presencia, pero al mismo tiempo, una extraña calidez lo invadió.

—¿Cómo sabes mi nombre? —preguntó Inosuke sorprendido.

—Me lo dijiste antes de que te desmayaras de camino al hospital —soltó una pequeña risa el oji alcoiris.

Inosuke se ruborizó al recordar cómo Douma lo había salvado la otra vez. No estaba acostumbrado a la amabilidad y el cuidado de alguien, especialmente de un extraño Alfa. Pero, en el fondo, anhelaba esa cercanía y protección.

—Supongo que aún no sabes el mio —comento Douma.

—N-no... ¿puedes decirme tu nombre? —pregunto sosteniendo su uniforme con firmeza.

—Mi nombre es Douma ¿deseas que charlemos un rato? —dijo suavemente con una mirada fulminante y una sonrisa que a inosuke le parecio atractivo.

Inosuke asintió tímidamente, aún un poco sorprendido por la situación. Pero, a pesar de sus dudas y miedos, decidió darle una oportunidad a Douma. Juntos caminaron a la par.

A medida que hablaban, Inosuke comenzó a sentirse cada vez más cómodo con Douma. Descubrió que, a pesar de ser un alfa exitoso y poderoso, Douma era amable, atento y comprensivo. Era fácil hablar con él y se sentía como si pudiera confiar en él completamente.

Cuando finalmente llegó el momento de irse, Douma le ofreció a Inosuke llevarlo a su casa en su coche. Inosuke aceptó, agradecido por su amabilidad.

El menor se adentró al carro, dentro estaba frio y bastante cómodo para ser sincero. El Alfa entro delante del volante le coloco el cinturon al menor teniend una pequeña eletricidad en sus miradas por unos segundos, al acomodarlo, fue arrancando despacio hasta ir a la trayectoria de la calle.

—Me vas guiando donde vives ¿de acuerdo? —dijo con su voz ronca el Alfa.

—S-si —estornuda el menor con sus manos frías.

Con una mano libre se saco la bufanda de su cuello y se la coloco al menor en su carita.

—Gracias —tartamudeo el menor aceptando el gesto.

«Su aroma es dulce, es diferente a ese tipo que me violó» pensó el menor.

—¿Por qué me ayudas tanto? —dijo percibiendo el aroma de la bufanda el oji verde.

La mirada del menor algo dudosa con un pequeño rubor en su mejilla, y un frío recorrer por sus brazos, sentía muchas sensaciones que nunca antes ah experimentado, le pareció tan raro que alguien se preocupe por su bienestar o con algo de duda ya que no lo conocía por completo, aún así le parecía lindo el hecho de que lo protejan.

Douma sonrió con tristeza ante la pregunta del menor. Sabía que no podía revelar su verdadera razón, ya que se sentía atraído por Inosuke y quería protegerlo a toda costa.

—Porque no soporto ver a alguien en problemas o en peligro, simplemente no puedo quedarme quieto —respondió Douma, manteniendo su voz suave y tranquila.

Inosuke asintió, sintiendo una extraña conexión con el Alfa. Se recostó en su asiento y se envolvió en la bufanda que Douma le había dado, sintiendo su aroma dulce y reconfortante.

El resto del viaje fue en silencio, pero no incómodo. Inosuke se sentía seguro y protegido al lado de Douma, y el Alfa disfrutaba de la presencia del Omega, aunque no pudiera explicar por qué.

Finalmente, llegaron a la casa de Inosuke y Douma se detuvo frente a la puerta.

—Llegamos —anunció Douma.

Espiado por ti | Douma x InosukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora