Espiado por ti | Douma x Inosuke

IV

Inosuke tenía una vida secreta como stripper en un club nocturno exclusivo para alfas adinerados. A pesar de que su cuerpo estaba bien definido, nunca se había sentido cómodo exponiéndose de esa manera frente a los demás. Sin embargo, necesitaba el dinero para sobrevivir.

Después de terminar su turno en la cafetería donde trabajaba como mesero, se dirigía al club nocturno. Una vez allí, se ponía una máscara elegante que solo cubría sus ojos que lo hacia más resaltantes sus pestañas solo dejando expuesto sus labios. Se quitaba la ropa del trabajo y se cambiaba a una lencería provocativa.

Solo una persona sabia esa vida secreta de Inosuke.

Flashback

En la oficina antes que Inosuke saliera detrás de su profesor Izui, fue detenido por la mano de Senemi quien tenía una mirada feroz. Senemi cerró la puerta colocando el seguro e Inosuke solo miraba al suelo con expresión de angustia.

—¿Qué es lo que quieres de mí? —preguntó Inosuke con voz temblorosa.

—Lo que quiero es simple, Inosuke —dijo Senemi acercándose peligrosamente a él— tú cuerpo a cambio de guardar tu secreto.

Inosuke retrocedió, chocando contra la pared de la oficina, mientras Senemi se acercaba cada vez más, invadiendo su espacio personal.

—Por favor, Senemi, no hagas esto — suplicó Inosuke, sintiendo la respiración caliente de Senemi en su cuello.

—Tú sabes que no tengo elección, Inosuke. Tu secreto es muy valioso para mí, y tu cuerpo también lo es —respondió Senemi, rozando su nariz contra la piel de Inosuke.

Inosuke trató de liberarse del agarre de Senemi, pero el alfa era más fuerte que él.

—¡Déjame ir! ¡No haré lo que quieres! —gritó Inosuke, luchando por liberarse.

Senemi se acercó más a él, lo suficiente como para que Inosuke pudiera sentir su aliento caliente en su rostro.

—Oh, sí lo harás, Inosuke. Y lo harás con gusto —respondió con una sonrisa siniestra.

Inosuke intentaba resistirse, pero Senemi era un alfa fuerte y dominante. Se sentía atrapado y vulnerable bajo su agarre.

—Deja de resistirte, Inosuke. Sé lo que quieres —susurro Senemi en un tono seductor mientras continuaba deslizando su lengua por su cuello.

Inosuke trató de hablar, pero solo pudo soltar un gemido ahogado. No sabía qué hacer, no quería ceder a los deseos de Senemi, pero tampoco podía escapar.

—T-tú no sabes lo que quiero, sueltame—murmuró el ojiverde girando su cabeza para otro lado.

Pero Senemi ignoró sus súplicas y comenzó a acariciar su entrepierna, haciendo que Inosuke se estremeciera. Senemi continuó con sus toques, haciéndolo gemir y arquear la espalda. Inosuke se sentía asqueado pero al mismo tiempo, estaba sintiendo una creciente excitación que le hacía sentirse mal consigo mismo.

—¿Te gusta, Inosuke? —preguntó Senemi con una sonrisa lasciva.

Inosuke no respondió.