Espiado por ti | Douma x Inosuke

VI

Tenía su camisa abierta y su pantalón desabrochando dejando ver lo erecto que estaba marcado encima de su bóxer. Inosuke tenía su traje de stripper con encaje que lo hacía ver sexy.

Douma lo sostuvo con sus fuertes brazos, su cintura, permitiendo que Inosuke envolviera sus piernas alrededor de él. Las feromonas del ojiverde llenaron sus fosas nasales, haciéndolo sentir mareado y enloquecido por el olor del omega.

El azabache se sentía completamente desbordado por el celo que lo consumía, su cuerpo temblaba de excitación y su mente estaba nublada por el deseo. A pesar de sus mejores esfuerzos por contenerse, la presencia de Douma lo hacía perder todo su control, estaba tan estimulado que no podía concentrarse en nada más que en su necesidad de satisfacer su celo. Los ojos arcoíris de Douma brillaban con intensidad y su aliento caliente acariciaba el rostro de Inosuke.

—Sé que esto es nuevo para ti —dijo Douma acariciando suavemente la mejilla de Inosuke— Pero te haré sentir bien.

Inosuke asintió sin palabras, sintiendo que la conexión entre ellos se fortalecía. Los labios de Douma se encontraron con los de Inosuke en un beso apasionado, lleno de deseo y lujuria. Inosuke respondió con la misma intensidad de manera inexperta, sintiendo como el calor se extendía por su cuerpo. Douma se separó un momento para mirar a Inosuke directamente a los ojos. Podía ver la confusión y la timidez en ellos, pero también podía ver el deseo y la pasión.

—Inosuke —susurró Douma mientras bajaba su rostro hacia el cuello del menor.

—Douma... te necesito —dijo con voz suave.

Sus manos temblorosas estaban encima de la mesa apoyándose, mientras sentía como Douma devoraba su cuello como si de una presa se tratase. El alfa había perdido todos sus sentidos y comenzó a acariciar sus muslos, apretándolos y subiendo sus manos lentamente hacia la entrepierna del menor. Sus largos dedos pasaban por la tela fina del omega, haciéndolo jadear con desenfreno, metió su mano bajo su tela para bajar su ropa y sacar su miembro de su bóxer que estaba bastante húmedo y lubricado.

El alfa no perdió el tiempo y se inclinó frente a Inosuke, tomando su pene en su boca y comenzando a lamerlo y chuparlo con habilidad. Inosuke se aferró a los borde de la mesa sintiendo cómo su cuerpo se tensaba cada vez más ante las caricias del alfa. La boca de Douma era cálida y húmeda, y su lengua experta hacía maravillas en el cuerpo de Inosuke. Continuó chupando y lamiendo su miembro, alternando la presión y la velocidad para mantenerlo en un estado constante de excitación. Los gemidos del omega se hicieron más fuertes, sus piernas temblorosas y el sudor cayendo por su frente.

—Douma, Douma... —gemía el menor perdido en la lujuria tan asfixiante que lo envolvía.

El ojiverde apretaba el cabello de Douma, sintiendo cada rose dentro de su boca y su saliva escurrirse por sus alrededores de su tejido.

Inosuke llegó al clímax, y su cuerpo se sacudió mientras soltaba un gemido ahogado. Douma mantuvo su boca sobre su miembro, tragándose todo su líquido, mientras sus dedos seguían acariciando suavemente sus muslos. Inosuke, con la respiración agitada y el cuerpo aún tembloroso, abrió los ojos y miró a Douma con curiosidad. Sin pensarlo dos veces, levanto su cabeza y pasó su lengua por los labios del alfa, buscando el sabor de su propio fluido. Douma sonrió satisfecho y lo tomó de la cintura, acercándolo a su cuerpo. Sus labios se encontraron en un beso apasionado, mientras Douma sentía como la lengua del omega jugaba con la suya, explorando su boca con desesperación. Se separaron unos centímetros por segundos para tomar oxígeno.

Douma abrió sus piernas con ansias. Podía sentir con sus dedos lo húmedo que estaba, sus dedos exploraban su ano, sintiendo lo lubricado que estaba. Con una mano, sostuvo su cadera mientras con la otra se posicionaba para penetrarlo con su miembro, el cual estaba duro como una roca. Inosuke gemía suavemente, cerrando los ojos mientras sentía cómo Douma lo metía en su cuerpo poco a poco.