¿Te Quedas Conmigo? [Toph Y Sokka]

Capítulo 1: Bienvenida al mundo

Fue el año más caluroso registrado en la historia de esta región. La ciudad que una vez fue Yu Dao había estado registrando los altibajos durante casi sesenta años y, por curiosidad, Sokka había hojeado el almanaque para confirmar sus sospechas.

Estaba muerto. La ola de calor que estaba asolando la incipiente Ciudad República estaba en lo más alto. Él también lo sintió. Todos lo hicieron.

Pero tal vez había uno que lo estaba sintiendo más que la mayoría.

Sokka miró a su viejo amigo con lástima en sus ojos.

Toph, una figura típicamente pálida y pequeña, estaba roja como una remolacha y abultada hoy mientras esperaban el ferry a Air Temple Island. La brisa era mínima en los muelles y sabía que la necesitaba desesperadamente.

La jefa de policía, indefensa y embarazada, parecía que iba a tirarse a la bahía en cualquier momento. Sus ojos brillaban con furia y su ceño fruncido fue suficiente para enviar incluso a los espíritus más oscuros a buscar refugio.

Ella arqueó la espalda ligeramente con un gemido, "Ahhh. ¿Por qué este maldito ferry está tardando tanto?"

"Ya casi está aquí", le aseguró Sokka.

Toph chasqueó la lengua con desaprobación dejando que una mano descansara sobre su redondo estómago, "Hace demasiado calor para esto".

"Me lo estás diciendo", simpatizó Sokka distraídamente. Fue algo incorrecto de decir y su cabeza giró en su dirección. Aunque su mirada estaba ligeramente desviada, el fuego en su mirada no se mitigó en absoluto.

"¡Oh! ¡Pobre Sokka! Cuéntame más sobre lo incómodo que estás con este calor, por favor", espetó ella.

"No dije que estaba más incómodo que tú", se defendió Sokka con las manos en alto. Toph se burló y extendió una mano en un intento de enganchar un dedo en su camisa. No la sorprendió en absoluto descubrir que él no estaba usando uno en una tarde como esta.

"¡Uf! ¡Y hasta puedes quitarte la camisa, sin consecuencias! ¿Por qué los hombres lo tienen tan fácil? 'Oh, hace calor, me quitaré la camiseta' o 'Oh, hace calor, menos mal que no ¡Jodidamente embarazada con un pequeño demonio obstinado y atrasado dentro de mi estómago que aplasta mi vejiga y usa mis pulmones para practicar flexión!'"

Sokka la observó con los ojos muy abiertos. Estaba claro como el día que Toph se estaba volviendo más desquiciada con cada hora que su hijo por nacer permanecía dentro de su útero. Le habían dado una fecha de parto a mediados de julio. Ahora, en la primera semana de agosto, este propietario estaba listo para desalojar a la fuerza a su inquilino si fuera necesario.

Esa fue parte de la razón de su viaje a Air Temple Island hoy. Katara tenía una gran cantidad de ideas que impulsarían esta producción. Su primera sugerencia, una caminata larga y vigorosa, casi le valió un asiento en el fondo de un desprendimiento de rocas.

Su segunda sugerencia, que susurró, también fue descartada; "Podrías intentar tener relaciones sexuales", dijo Katara lo más bajo posible.

Todavía era lo suficientemente fuerte para que Sokka lo escuchara y se sonrojó salvajemente ante la idea de que su buena amiga Toph participara en tal acto, aunque la evidencia de que ella lo había hecho antes sobresalía de la parte inferior de su túnica estirada.

"¿Estás bromeando? Preferiría destripar a Mo que dejar que se me acerque ahora mismo", respondió Toph.

El rechazo de las dos primeras ideas de Katara es lo que ha llevado al par de viejos amigos aquí hoy. Se decidió que Toph vendría y probaría una miríada de servidumbres a base de hierbas con la esperanza de persuadir al bebé para que viniera y se uniera al resto del mundo.