Amor Mágico De Tres

- Capitulo 36 - El Fin Del Principio

- Noelle... lo siento, perdón por ser tan egoísta, pero esto tienes que terminarlo tú, por favor termina con esto de una vez - hablo el pelinegro

- Noelle... sea cual sea la decisión que hayas tomado, ambos aceptaremos tus sentimientos, pero ya no podemos continuar así, por favor expresa lo que de verdad sientes - Hablo el chico de cabello rubio ceniza

Tres siluetas se encontraban en lo que parecía la parte alta de un castillo, el viento hacía que se les moviera ligeramente el cabello. Dos hombres se encontraban de pie, y frente a ellos, una mujer de cabello platino, sus hermosos ojos purpuras se encontraban mirando al cielo, inhalo tomando aire en sus pulmones, y mientras exhalaba bajo lo mirada cerrando los ojos, y abriéndolos cuando su cabeza ya se había colocado en la posición perfecta para tener al alcance de su vista a ambos hombres. Ellos tenían la vista clavada en la mirada de la chica, cada uno con sus propios pensamientos, cada uno con sus propios sentimientos, cada uno a la merced de aquella mujer. Y por fin el silencio seso

- yo... estoy embarazada

Un nuevo silencio dio inicio, un silencio que esta vez parecía que iba a ser eterno. Eso parecía hasta que las palabras de Noelle provocaron una gran emoción al peliceniza

- ¿¡VO-VO VOY A SER PADRE!? – Asta corrió en dirección hacia Noelle e iba a lanzarse a abrazarla. No es para menos. Una noticia de ese calibre podría hacer que cualquiera actuara de la misma manera. Asta no era la excepción. Él estaba realmente feliz de que la persona que ama va a traer a un hijo suyo en este mundo.

- Asta...

- Noelle, en serio, estoy feliz-

- Asta...

- No se mucho sobre ser un padre, pero-

- ¡Asta! – Noelle no pudo seguir escuchando mas

El grito por parte de ella tomo desprevenido totalmente al chico. Solo pudo reaccionar con una cara de asombro, por el tono de voz y la seriedad que reflejaba la cara de Noelle.

- ¿Qué ocurre Noelle? ¡di-discúlpame! Creo que me emociones demás, pero yo...

- Asta, yo... - Los ojos de Noelle se dirigieron a cualquier otra parte que no se la mirada de Asta. No podía verlo a los ojos - no sé quién de ustedes dos es el padre

Asta dirigió su rostro estupefacto lentamente hacia Yuno. El cual a pesar de la impactante sorpresa. Se estaba forzando con todas sus fuerzas para no verse afligido. No obstante, pensaba que en cualquier momento le daría un ataque de ansiedad

- Yuno, tu... - Un aura oscura rojiza empezó a emanar de Asta.

- Asta... no te pediré perdón, porque no me siento culpable. Llegare hasta el final – El maná de Yuno empezó a hacer presencia en el ambiente.

- Asta... Yuno...

- ¡Magia de viento!

- ¡Asimilación Demoniaca!

Asta/Yuno: ¡Primero debemos encargarnos de ella!

Ambos hechizos se dirigieron hacia la entidad que se estaba acercando desde el cielo. Era inevitable no sentir su presencia. Emanaba de ella un aura oscura que tapaba al mismo sol y gran parte del cielo de la pica. Era un paisaje aterrador. Las plantas y los animales desearon su propia extinción al sentir a aquel ser que definitivamente no era de este mundo. Y en realidad, no lo era. Después de que el inframundo se vinculara al mundo de los humanos. Ella como legitima heredera al trono oscuro tenía dominio total sobre este.

Ella extendió su mano y apunto su dedo índice hacia el suelo. Ese movimiento fue suficiente para que el reino entero se doblegara ante ella. Los únicos en pie. Eran los tres protagonistas de esta historia. Gracias a la asimilación demoniaca, la magia de gravedad no tenía efecto sobre él. Y gracias a su poder, Noelle, la antigua Reina de la pica y el rey, Yuno, se pudieron mantener en pie. Así es. Noelle ya no era reina de la pica. Otra persona era poseedora de ese título, pero eso es una historia que ya será contada.