Mi Muñeca Favorita [Jason the ToyMaker]

Capítulo | 💚

Suzette Petit

No era como las demás chicas de su edad, pero ella deseaba poder ser como ellas y tener la libertad que tenían aquellas chicas.

Siempre se deprimia cuando se ponía a pensar en las cosas que no podía hacer por ser la princesa de Francia, como no poder asistir a la escuela. Ella siempre fué educada en su hogar por sus tutores y su exigente madre, la reina Clarissa.

Le aburría demasiado su vida, siempre estaba rodeada de lujos y de gente aburrida que solo se ponía a hablar sobre política, economía, dinero y bla bla bla.

Siempre era la misma plática aburrida y las fiestas que para ella siempre eran igual de aburridas, estaba tan cansada de la misma rutina de todos los días.

Hasta que en una de esas fiestas lo conoció a él.

(....)

—¡Suzette, levantate! —anunció mi madre entrando a mi habitación y abriendo las persianas de la gran ventana— son las nueve, recuerda que tienes clases de piano en 15 minutos y tu profesor no tardará mucho en llegar.

—¿Hum?.... —fué lo único que pude pronunciar ya que apenas me estaba despertando— ash, ¿no puede venir mañana? Enserio tengo sueño. —me reacomodé en la cama y me cubrí más el cuerpo con la sábana—.

—¡Suzette! —exclamó, sorprendida— ¿que es eso de “ash“? Esa expresión no la usa una señorita.

Y aquí vamos de nuevo con lo que tiene que hacer o que no hacer una “señorita“.

—Mamá, no empieces.... —le pedí con mi voz ronca y entre dormida—.

—¡Levantate! No estoy para tus niñerias —se acercó a mi y me quitó la sabana qué me cubría el cuerpo de un tirón—.

—¡Mamá! —grité algo molesta. Después me senté en la cama frotandome los ojos—.

—Enderezate. —me ordenó, fríamente—.

Le hice caso y me enderezé rápidamente.

—Mamá, ¿el profesor no puede venir otro día? O mejor aún, sustituirlo, no lo aguanto enserio.

—¿De que hablas? es uno de los mejores profesores de piano de toda Francia.

—Si, pero.... —hice una mueca— es muy amargado y exigente... Además, siempre huele a tabaco y no me gusta ese olor.

Mi madre suspiró pesadamente y mostró una expresión de fastidio.

—Pues así se quedará, él es un muy buen profesor y no dejaré que faltes a clases por tus niñerias —me habló con seriedad mientras revisaba mi clóset, sacando de ella mi “mejor vestido“— habrá una fiesta en la noche y vas a conocer a tu prometido, tienes que estar muy bien presentable y este vestido te hará ver espléndida.

—¿enserio? ¿Ese vestido?

—¿Que? ¡Es hermoso! No sé porqué no quieres usarlo, es tu mejor vestido y el color rojo se te ve espléndido.

—Según tú....

Desvíe la mirada por un momento para ver lo que había a través de mi ventana, viendo a los pájaros revoloteando y cantando entre ellas. Ojalá yo también tener esa libertad y disfrutar de ella.

—¡¿Me estás escuchando?! —me gritó mi madre algo molesta, sacandome de mis pensamientos—.

—¡¿Eh?! —voltee a ver rápidamente a mi madre— disculpame, ¿que decías?.