Capítulo V| 💚

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Al día siguiente le conté a Melissa todo lo que hicimos Jason y yo, ella parecía muy feliz y mostraba mucho interés en lo que le contaba. Eso me gustaba.

Tomé mis clases con normalidad en la mañana, pero estaba algo distraída, mi mente no dejaba de reproducir aquel momento maravilloso ayer, se me escapaba una sonrisa de vez en cuando y al pensar en eso hacia que me equivocara en algo durante mis clases, mis profesores me llamaron la atención un par de veces.

En el almuerzo fué igual que siempre, todos (en eso me refiero a mi madre y yo, solo que esta vez nos acompañaba Albert) almorzabamos con tranquilidad, mi madre y él conversaban con total normalidad mientras que yo comía tranquila, no había hablado con ninguno de los dos en todo el día así que me incomodaba comer en la misma mesa y lugar que ellos.

—Te ví muy sonriente hoy, Suzette —me habló mi madre, viéndome con una cara rara y curiosa— ¿a que se debe esa alegría?

—No es nada importante. —le hablé cortante—.

—Soy tu madre, así que me tienes que contar todo.

—Ya dije que no es nada importante, tranquila...

El salón quedó en silencio por unos segundos, hasta que Albert dió una tos fingida y me habló.

—Esta tarde será nuestra primera práctica en la iglesia, ¿no estarás ocupada viendote con el pueblerino o si?

—¡Él.... —me guardé lo que iba a decir, suspiré y traté de mostrarme tranquila— no, no estoy ocupada hoy...

—Perfecto, quiero que sepas que ya enviamos las invitaciones a todo el reino y a las demás personas de la realeza de otros países que son amigos nuestros, como los de América, España, Inglaterra, y bueno... Muchos. Así que tenemos que tratar de que nuestra boda sea perfecta.

Me empecé a poner nerviosa al enterarme de esto, no quería ni siquiera casarme, mi madre había planeado nuestra boda desde un principio porque ella era una persona que le gustaba el poder y más que todo, el dinero. Quería tener más poder del que tenía y más dinero, y en cuanto se enteró de la grandiosa fortuna de aquel príncipe y saber que aún seguía soltero, no dudó en contactar a sus padres y avisarles para organizarnos una boda.

Mostré una cara de indiferencia y bajé la cabeza, pero luego sentí una mano posarse encima de la mia y levanté mi cabeza confundida, viendo a Albert.

—Ya verás que todo saldrá bien y te darás cuenta de que somos el uno para el otro, te haré muy feliz... —mostró una sonrisa tierna—.

—Agh.... —solté y quité mi mano de la suya, levantándome de la mesa y saliendo del salón—.

Los dos se quedaron aturdidos y confundidos ante mi reacción, pero no dijeron nada.

(....)

Las semanas pasaron y el día de mi boda ya se iba acercando.

Jason me había propuesto algo antes de la boda, escaparnos juntos e irnos muy lejos.

La idea no me desagradaba mucho pero me preocupaba como viviriamos en un lugar que no conocemos, no sabíamos a donde iríamos, nos quedaremos, como conseguiremos comida, etc. Además, que yo no podía simplemente huir y dejar mi puesto y deber como princesa atrás porque sí.

Él y yo nos hemos visto en varias ocasiones a escondidas, a veces iba a su tienda y él a veces trepaba hasta mi balcón, seguía sin saber como es que no lo veían los guardias cuando trepaba pero debe de tener alguna buena táctica para eso.

Una vez cuando fuí a su tienda nos habíamos quedado hablando normal hasta que después entró un cliente joven como de mi edad que se llamaba "Jack" y le pidió un juguete para una niña que se llamaba "Sally" que al parecer era su mejor amiga, mientras Jason lo estaba buscando el joven y yo nos habíamos quedando hablando, me caía muy bien aunque se vestía algo raro con puros colores blancos y negros, y ni hablar de lo guapo que era. Era súper gracioso por lo visto y quería que nos volvieramos a encontrar para hablar tranquilamente algún día, yo obviamente acepté pero en cuanto él salió de la tienda, Jason no se veía para nada contento y estaba muy enfadado conmigo, me pidió que no le volviera a hablar a ese tipo, yo no sabía el porqué le molestaba tanto que hablara con otros chicos pero suponía que era de esos chicos muy celosos y posesivos. Le dije que no le volvería a hablar solo para que se calmara y me creyó.

Mi Muñeca Favorita [Jason the ToyMaker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora