Capítulo V|| 💚

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Desgraciadamente ya había llegado a la gran y hermosa iglesia, me bajé del carruaje con cuidado y me acomodé él vestido y el velo. Miré a mi madre a mi lado luciendo su hermoso y largo vestido verde y su bella melena rubia, acompañada de una gran sonrisa.

—Sabes.... —me miró con los ojos aguados— nunca pensé que este día llegaría tan rápido, finalmente te vas a casar...

—No empieces mamá —puse mi cara de fastidio y miré a otra parte. Sabía perfectamente que si me estaba casando era porque ella lo propuso, no porque yo quisiera— ¿y cuando tengo que entrar? Se supone que estoy llegando algo tarde-

—¡Su Majestad! —gritó el Padre, acercándose a nosotras algo desesperado— el príncipe Albert no aparece, él tenía que haber estado aquí hace dos horas pero nadie lo a visto, ¿será que no se quiere casar con la princesa Suzzette?

—¡Eso es ridículo! —respondió mi madre, algo angustiada— ¡claro que él quiere casarse con ella, debe de estar haciendo algo importante, ya vendrá! Solo... Hay que darle más tiempo.

—Ya no hay tiempo, Majestad. La boda debió de haber empezado hace media hora pero si él no aparece en unos cuantos minutos, lamentablemente se cancelará la boda. Tengo que irme ya que tengo otro casamiento.

Mi madre estaba que explotaba de la furia, obviamente no lo demostraba pero su sonrisa forzada y su intranquila expresión ya me decía todo.

—La gente ahí adentro se están empezando a fastidiar, algunos se quieren ir diciendo que vinieron hasta aquí para nada o dicen que si no empieza la boda pronto se irán.

—¡Esto se está volviendo un desastre! ¡Se supone que debía de ser la boda perfecta! —gritó mi madre, alterándose un poco— tranquila Clarissa, tranquila...

—Padre, ¿ya lo han buscado? —le pregunté poniendo una expresión de preocupación, tratando de que no se notara mi alegría porque eso significaba que no me iba a casar con él—.

—Claro princesa, ya lo han buscado por todo el reino y no aparece, es como si se lo hubiese tragado la tierra. Sus padres están muy preocupados por él, no pueden calmarse.

—Hum.... —puse una mueca rara. Pensando en lo extraño que era esto—.

(....)

Pasó una hora y el príncipe nunca apareció, esto hizo que los invitados se enfurecieran bastante y se fueran de la iglesia, quedando muy pocos adentro.

Mi madre estaba más que alterada y los padres de Albert no dejaban de llorar, pensando en que algo le pudo haber pasado a su hijo ya que no aparecía. Definitivamente era como si se lo hubiera tragado la tierra, no dejó pistas por ningún lado y nadie lo había visto ni sabido nada de él.

—¡Reina Clarissa! —gritó un guardia acercándose rápidamente a nosotras— el prisionero.... Escapó.

—¡¿Como dices?! —se exaltó mi madre— ¿como que escapó? ¡¿Que clase de seguridad son ustedes?!

—¡Perdonenos su majestad, pero ningún guardia lo vió desde que lo metimos al calabozo, incluso la puerta aún seguía cerrada con llave, parecía que se hubiera desaparecido por arte de magia en ese lugar!

Me empecé a preocupar mucho, todo esto no sonaba bien y era muy raro.

Mi madre me tomó de la muñeca con fuerza y nos metimos al carruaje.

—¡Al castillo, pronto! —ordenó e inmediatamente el conductor azotó a los caballos para que fueran rápido. Llegamos en cuestión de minutos al palacio—.

Mi Muñeca Favorita [Jason the ToyMaker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora