Mejor amigo enamorado

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Bucky no había decidido absolutamente nada en su viaje a Wakanda, TChalla no podía proponerle reinar junto a él y tener una vida juntos, y esperar que él lo decidiera en unos días, así no es cómo funcionaba para Bucky, y es que, ¿en dónde quedó el romance y el cortejo?, ¿acaso creyó que por darle un jacuzzi y un trato de rey, Bucky caería rendido?, pues no, porque James Bucky Barnes no es de esos.

Por supuesto que TChalla lo había entendido, y lejos de desalentarse, eso lo animó a querer conquistar a Buck con obsequios que enviaba desde Wakanda, a veces era una bonita carta perfumada, otras veces joyería, incluso intentó darle una isla, pero Buck no quería nada demasiado ostentoso. Stark seguía con lo suyo, llamaba a Buck "muñeca", y le decía mil cumplidos cada vez que se lo encontraba, claramente también habían obsequios de parte de Tony, "no quiero nada tan costoso", le había dicho Buck una vez que él quiso comprarle un Lamborghini, así que Tony se había conformado con darle ropa de diseñador, perfumes caros, y esas cosas "baratas"; ah, y luego estaba Zemo, siempre esperándole en una de las bancas del parque, y luego, iban a comer, al cine o por un helado, también Helmut lo estaba llenando de obsequios, como ese celular súper moderno y súper caro que Bucky había amado, y cierta vez Buck se había sentido algo abrumado cuando Zemo lo llevó a ver una casa enorme que quería comprarle, eso ni siquiera era una casa, era una jodida mansión.

Justo ahora, Bucky se encuentra muy tranquilo en su habitación, tomando una foto de lo bien que luce su mano con esa pulsera de esmeraldas. Las esmeraldas que le dio TChalla, la cámara del celular que le dio Zemo.

Guardó todo cuando alguien tocó la puerta: —Entra.

—Hey, Buck.

—¿Qué pasa, punk?

—Y, ¿cómo estás? —preguntó, trataba de parecer normal, pero Bucky lo conocía demasiado como para notar que algo tenía.

—¿Qué tienes?

—¿Yo? —cuestionó nervioso, y tuvo que respirar hondo —nada, Buck, solo quería saber cómo estabas.

—Estoy bien —dijo sonriendo.

Steve se sentó en la cama, estaba bastante nervioso, lo que iba a hacer, podía hacerlo la persona más feliz del mundo o podía arruinar su amistad. Tal vez Steve estaba pensando mucho en esa segunda opción, o tal vez sus gestos preocuparon a Bucky.

—¿Qué te pasa, punk?, estás asustándome.

—Lo siento, Buck, es que no es fácil —admitió.

—Steve, somos mejores amigos, solo dilo.

—Precisamente —dijo susurrando, Bucky lo había escuchado perfectamente, pero le pareció extraño, porque usualmente Steve decía las cosas claras.

—Ya, Rogers —le habló fuerte —dilo.

—Te amo. —le soltó, y un vacío se instaló en su estómago, cuando se percató de lo que había dicho.

Buck exhaló todo el aire: —Eres un idiota, Steve —dijo relajado —también te quiero, eres mi hermano.

Entonces, en ese momento Steve se había sentido muy ofendido.

—No dije que te quería, Buck.

—Bien, también te amo —concedió —es lo mismo, punk.

—No —le dijo lo más fuerte y serio que pudo en esa situación, y después, lo tomó de los hombros y lo miró directo a la cara. —Te amo, James Barnes.

Fue momento de Bucky para sentir ese vacío que Steve sintió antes

—¿Amar cómo, Steve? —preguntó muy nervioso, una cosa había sido esos tres, pero Steve Rogers era totalmente distinto.

—Amar como que me encanta cada vez que sonríes, y adoro estar a tu lado, aunque no digas nada, amar como que sé que eres el amor de mi vida —dijo —amar así, Bucky.

Entonces, Buck lo había mirado muy sorprendido, no sabía qué decir, estaba sin habla.

—Buck, sé que esto puede ser confuso —dijo, como si pudiera leerle la mente —pero, dame una oportunidad, prometo aprovecharla

—Steve —interrumpió.

—Solo una oportunidad para tratar de conquistarte —pidió —haré lo mejor que pueda, todo lo que tú mereces.

Y Bucky se había sentido muy halagado, hasta que pensó en la extraña casualidad que era ser pretendido por cuatro tipos a la vez, ¿a qué querían jugar?

—¿Desde cuándo sientes esto, Steve?

—Te he amado desde siempre, Bucky. —le dijo, y Buck había decidido que él podía tener esa oportunidad.

Tal vez Steve no tenía dinero para darle obsequios todo el tiempo, pero él era el tipo más romántico, atento y dulce que Bucky había tratado. 

Todos quieren a BuckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora