—Hola, hermosura.
Buck ha saltado por la sorpresa cuando alguien lo ha tomado de la cintura y le ha puesto una voz muy ardiente justo en su oído.
—Tony —regaña.
—Mira como te erizaste —le dice, acariciando ambos brazos —eres una delicia.
—¿Qué quieres? —le pregunta queriendo fingir indiferencia, pero es terriblemente malo en eso.
—Te extrañaba —admite —y tenía muchas ganas de comerte la boca un rato.
Bucky se ríe un poco, porque la manera en que Tony le habla siempre logra ponerlo un poco nervioso, y porque Tony quiere besarlo, pero él besó a Steve hace apenas un par de horas, y no sabe si debería combinar salivas de esa forma sin recato. No importa, ni siquiera tiene tiempo para pensar antes de que Tony lo tome por el cabello y le de uno de esos besos que tanto disfruta.
—Siéntate un rato, muñeca —pide Tony atrayéndolo a sus piernas una vez que lo ha besado lo suficiente, y Buck no se resiste ni un poco.
—¿Qué pasa? —pregunta, haciendo su cabeza hacia atrás para que Tony pueda besarle el cuello.
—Ya tenemos casi siete meses en esto —dice, besando su cuello tan bien que Bucky no puede evitar gemir un poco. —¿Cuánto tiempo más necesitas?, estás siendo terriblemente cruel conmigo.
—No lo soy, Tony —responde, todavía sin moverse, esperando que Tony siga besándole el cuello —no estoy seguro, ¿ya estás aburrido de mí?, dijiste que me darías tiempo.
—No digas eso —regaña —nunca podría aburrirme de ti.
—Lo siento —le dice, volteándose para quedar frente a él, y Tony siente que quiere enloquecerse con lo ardiente que luce Bucky sentado de esa forma encima suyo. —solo dame un poco de tiempo, ¿sí?
No recibe más palabras por parte de Tony, pero la forma en que lo besa mientras le acaricia las piernas es toda la respuesta que Buck necesita.
*****
Bucky viaja muy tranquilo y cómodo en el asiento del copiloto del auto de Zemo, los pies encima de donde no debería, y Zemo ni siquiera dijo alguna cosa cuando él casi tocaba el parabrisas con sus pies descalzos. Por esta ocasión, Helmut le ha propuesto olvidar los restaurantes e ir a su casa, su casa de Estados Unidos, claramente, que tiene una piscina enorme, un mayordomo, y un poco más de servidumbre. Y por supuesto que Bucky ha estado encantado con eso.
En cuanto llegan, los recibe un hombre mayor que Buck reconoce como Oeznik, él ha sido muy atento cada vez que trató a Buck, y ahora mismo, se ha retirado a preparar algo especial, mientras Zemo se lleva a Buck a la habitación para poder prestarle algo de ropa para la piscina.
—Esto es una delicia —dice Bucky dejándose llevar por el agua caliente de la piscina de Zemo, ni siquiera quería pensar en la factura del tipo, si podía calentar toda el agua de una piscina tan grande.
—Podrías tenerlo siempre que quieras, James —le responde, colocándose detrás de él y acercándolo lo suficiente para que Buck casi esté encima suyo. —Podrías tener cualquier cosa de desees, solo tienes que pedírmelo.
—Zemo...
—Lo sé —lo interrumpe, acariciándole las caderas, por debajo del agua, y besándole un oído —todavía no estás seguro, ¿cierto?
—¿Por qué me hablas así? —discute, queriendo sonar molesto u ofendido, pero todo lo que puede hacer es escucharse como si eso le hubiese dolido mucho.
—James, cariño no te pongas así —le pide, abrazándolo con firmeza, mientras sigue besándole el oído, y Buck no puede reprimir el gemido que le causa cuando él le ha metido la lengua. —lo siento, mi corazón, esa no era mi intención.
Entonces Buck se voltea, todavía en sus brazos, "dijiste que podía tomar mi tiempo", reclama, y luego le busca la boca cuando Zemo le ha dado la razón. Es un buen beso, la combinación perfecta entre ser dulce y ser sensual, los besos de Zemo son tan apasionados como para volverlo loco, y a la vez tan suaves, para hacerle saber que todo está bien.
*****
En esta ocasión Buck no ha mentido sobre estar cansado y querer dormir, porque la tarde de piscina, caricias y besos con Zemo, lo ha dejado muy agotado, así que por esta vez, él realmente ha ido a dormir un rato.
Al cabo de un par de horas, lo despierta el sonido de su celular, y Bucky sonríe al darse cuenta de que es TChalla quien llama.
—Luces hermoso —le dice el rey como saludo, y Buck no puede evitar sonreír ante eso.
—Estaba durmiendo —dice, levantando los hombros.
—Y te ves precioso —responde —te extraño, ¿cuándo vienes a Wakanda?
—No lo sé —dice —también te extraño.
—La próxima vez que nos veamos tendré más tiempo para ti —le promete, recordando que hace apenas un par de semanas se vieron un rato, debido a un viaje rápido que el rey tuvo que hacer a New York. —Sé que no pude prestarte mucha atención la última vez.
—Yo lo entiendo, TChalla —explica —me gustó mucho cuando me besaste.
TChalla sonríe: —Y a mí me encantó besarte, mi lobo blanco, solo espera a que vuelva a verte, me encargaré de que estés muy feliz.
Buck no pudo evitar reír, sabía lo que ese "estar feliz" de TChalla significaba en realidad, y no podía mentirse, estaba deseando que llegara el día.
—Puedo ir cualquiera de estos días —le dice, y en cuanto TChalla ha respondido que revisará su agenda, Buck se ha metido las manos por debajo de la camisa y ha empezado a acariciarse.
—Mírate, vas a volverme loco.
—¿Su agenda me lo permite, alteza?
—No seas un niño malo, sabes que lo digo para estar seguro de que tendré suficiente tiempo para atenderte.
—Lo sé —responde con una risilla, todavía acariciándose; y TChalla necesita acomodarse el pantalón cuando él ha soltado un gemido un poco largo.
*****
Buck está en su habitación, su reloj marca poco más de las nueve, hace un rato que cenó junto al resto, y ahora mataba el rato contando las pocas estrellas que dejaba ver el cielo, desde su habitación.
—Pase —dijo, cuando alguien tocó su puerta por segunda vez.
—Hola, Buck —saludó Steve —no te desperté, ¿o sí?
—No, Steve, aún no me iba a dormir.
Entonces, Steve cerró la puerta y se acercó para abrazarlo por la cintura
—Me hacías falta, Bucky.
—Me acabas de ver en la cena —rio Buck, colocando las manos alrededor de Steve, como una respuesta a ese abrazo.
—Pero en la cena no puedo besarte, ni decirte lo lindo que eres, o lo mucho que te amo.
—Steve —dice, jalándolo hacia él para que puedan besarse, y entonces, los besos de Steve son los más tiernos y románticos del mundo, y a Buck le encantan.
—Deberías descansar —dice, y recibe un gesto gracioso por parte de Buck, es algo que claramente le está diciendo que no quiere hacer eso. —¿Quieres que me quede a dormir?
—No lo sé.
—Puedo abrazarte para dormir —ofrece —besarte mucho, acariciarte...
—¿Estás seguro de que solo quieres dormir, Steve? —interrumpe.
Steve ríe: —¿De qué tienes ganas?
Al final, solo se habían abrazado mucho, y a Bucky le encantó dormir en los brazos de él.
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Todos quieren a Bucky
FanfictieJames no sabe qué pensar cuando TChalla dice que quiere hacerlo su reina, le parece una locura, aunque los wakandianos amen al lobo blanco; él tampoco sabe cómo reaccionar cuando Stark comienza a hacer esa clase de juego peligroso y sensual, porque...