Capítulo 6

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—Esto es agotador, llevamos días buscando, y no tenemos ni una pista.

Habían pasado unos días desde que Oliver y yo comenzamos a buscar al destinatario de la carta de Margaret, y seguíamos sin tener ningún resultado. La peor parte era que no sabía dónde buscar y cómo hacerlo. El pueblo era más grande de lo que parecía y eso dificultaba la misión.

Desde días antes habíamos salido a explorar algunas pequeñas zonas del pueblo. Ninguna persona con el nombre de 'Richi'. Como antes, empezaba a desesperarme. Siempre me crecían dudas y el sentimiento de no poder encontrarlo, pero iba a hacer mi mayor esfuerzo.

Arranqué una plantita del suelo, distraidamente. Se sentía extraño estar en ese mismo lugar en el que me había escondido y Oliver me había encontrado unas semanas atrás. Estábamos sentados en el suelo, ya llevábamos un rato ahí.

El lugar seguía igual, los niños seguían corriendo y gritando de un lado a otro sin parar, tenían demasiada energía. Eso hacía que me recordara inconscientemente de alguien.

Tobías, mi hermano, siempre estaba corriendo por la casa mientras yo lo perseguía. En ocasiones también aceptaba jugar a lo que yo quisiera y no perdía la oportunidad de vestirlo de princesa.

Seguí arrancando plantitas mientras Oliver comía felizmente a mi lado. Le daba bocados a su hamburguesa como si no hubiera comido en años. Sonreí al verlo. Ya me había acostumbrado a su intensidad y energía, era impresionante.

—¿Recuerdas cuando te encontré en este mismo lugar?

Casi me reí al recordarlo.

"Sí, lo hago."

—Al principio pensé que eras una niña muy rara —siguió masticando hasta tragar—. Hasta que me senté contigo y pasé de pensar eso a creer que eras genial.

Sonrió en mi dirección, le correspondí. Recuerdo que también pensé que él tenía un tornillo zafado por seguir aún conmigo, aunque lo seguía creyendo.

—Y te llamé 'Ángel' —continuó—. Te pega, además parecías muy perdida, como absorta en otro lugar. Noté algo cuando empecé a llamarte así.

Era verdad. Me gustaba que me llamara así pero a la vez no. Era así como me llamaba Margaret y se sentía como si reviviera aquella horrible escena. Estaba casi segura de que cuando Oliver vio mi boca, tuvo un cortocircuito.

Al ver que seguía sin decir nada, él volvió a romper el silencio. Tal parecía que no podía mantenerlo por mucho tiempo, siempre estaba parloteando.

—Sé que sonará mal pero...¿De dónde venías ese día que nos conocimos?

"Del bosque."

Contesté simplemente.

Recordaba haber asustado a un niño ese día. La cicatriz que surcaba su rostro me resultó muy familiar y no pude evitar acercarme para verla mejor y hablarle, pero una vez más, me había equivocado...

¡Espera! ¡El bosque!

Me levanté del suelo rápidamente y crucé el parque con la mirada fija en el inicio del espeso bosque. En mi camino hacia ahí, ningún niño pareció notar mi presencia, solo iban corriendo de un lado a otro. Oliver se apresuró a seguirme.

—¿Adónde vamos? —preguntó, confuso.

Me giré para verlo. Tenía el ceño fruncido en una mueca de confusión pero limpiaba sus dedos de los restos de salsa de su hamburguesa. Sonreí.

Silencio #1 No Fue Mentira [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora