El elevador se detuvo un par de pisos hacia abajo, al abrirse las compuertas, mi "nuevo compañero" (sin dirigirme la mirada), salió a paso veloz conmigo tras de él.
Este nuevo piso no era tan diferente al anterior en el aspecto en que también era de concreto, lleno de polvo y con poca iluminación que ahora era amarillenta; pero esta vez el camino principal daba origen a muchos otros caminos formando todo un laberinto.Recorrimos bastantes metros, girando en diferentes esquinas en repetidas ocasiones; tenía la certeza de que, aunque no escuchábamos ruido, alguien nos seguía. Mis sospechas se confirmaron cuando él frenó e indicó que no hiciera nada de ruido, obedecí.
- escucha - dijo en voz baja - si sigues derecho por este camino deberías dar con un especie de cuarto, entra y escondete lo mejor que puedas... yo me quedaré - Asentí con la cabeza.
Con sigilo y la mayor velocidad que podía, me acerque a aquel cuarto mientras él se dirigía al lado contrario, rápidamente llegué al lugar: era pequeño, las paredes eran de un color naranja muy opaco y había basura, entre otros objetos maltratados tirados en el suelo grisáceo; había tablas de madera astillada fingiendo ser la puerta y ollos en los muros formados por el paso del tiempo jugando a ser ventanas sin cristal, los muebles eran pocos y estaban rotos o muy viejos.
Al fondo había una habitación mucho más reducida, con un colchón mugriento en el suelo y una mesa de plástico rota, me escondí bajo esta y sin querer me quedé dormida.Al abrir los ojos estaba en el centro de la habitación más grande, acostada sobre el colchón y tapada con una chamarra que parecía lo más limpio del lugar; como a un metro, centado en el suelo sin preocuparse por la basura, se encontraba el hombre, colocándose vendajes en el brazo derecho.
- esta usted bien?
- si niña, solo fueron rasguños... pero es mejor prevenir. - dijo con una ligera sonrisa - tienes hambre?
- creo que estoy bien asi...
- como quieras - desvió la mirada por un momento - ahora que lo pienso, no tuvimos tiempo para presentarnos: mi nombre es Ruy
- Es un gusto - dije incorporándome aún en el colchón, mientras esbonzaba una sonrisa.
- Así que... no eres de por aquí o si?
- no... no sé que sucede, yo... yo no estaba aquí, estaba en la plaza con, con mis amigos!
- ya veo... tranquila niña, para qué necesitabas mi ayuda?
- pues, para eso, salir de este lugar!
- yo también trato de huir desde hace tiempo... creo saber la manera de hacerlo, pero debemos darnos prisa.Ruy se levantó del suelo y, acto seguido, se asomó por la "ventana" para comprobar que nadie estuviese afuera.
- Para empezar, necesitamos ir de compras, no podrás estar en este lugar con esa ropa...
- que tiene de malo?
- es muy llamativa, te pondrá en riesgo. No discutas y vámonosMientras me paraba, Ruy apoyó su mano en la "puerta" y recitó unas palabras en voz tan baja que no pude entender que decía.
Me pidió que saliera y buscara a su amigo, un tal Rubén, pero cuando salí el lugar había vuelto a cambiar; me encontraba en un pueblo con puestos de madera y gente campirana vendiendo y comprando cosas sobre el verdoso césped. Inmediatamente voltee hacia atrás y con miedo comprobé que el cuarto se había ido, junto con su dueño y el laberinto. Ahora solo había un deshabitado molino...No perdí tiempo y me adentré en aquel mercado al aire libre, buscando a una persona que ni siquiera sabía como era.
Toda la gente me miraba extraño, era la única persona con esa clase de vestimenta; el Sr Ruy tenía razón, en verdad me sentía incómoda.
Por suerte tardé poco tiempo en encontrar un puesto de ropa, que por algún motivo parecía ser el único. Heché un rápido vistazo cuestionando me que debía comprar o ¿con qué dinero pagaría?- puedo ayudarla? - Dijo el vendedor del puesto, un hombre alto de mediana edad vestido con una túnica negra y una capucha que cubría su rostro.
- busco a Rubén - le dije muy segura, aunque con nervios en el fondo.
- venga conmigo - dijo y empezó a caminar lejos de la gente - tu eres la chica que envió Ruy, no es así?
- me imagino que si... - respondí temerosa.Una vez estando en un "lugar seguro" Rubén se quitó la capucha y se incó en el suelo para estar más a mi altura, sacó de su túnica un par de piezas de vestir y me las entregó.
- gracias...
- no hay problema pequeña... - me miró a los ojos y apoyó su mano en mi hombro - sé que no entiendes que pasa y que estás asustada, todos lo estamos... pero hacemos lo mejor que podemos. Hay que resistir, si? ser fuertes... no caigas en su trampa
- trampa? Que trampa?Poom.
El escenario volvió a cambiar.
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Como en un Sueño...
ФэнтезиSu vida era normal hasta que, de un momento a otro, todo cambió. Ahora tendrá que salir de ese lugar... //Ninguna de las imágenes son de mi autoría, créditos a sus respectivos autores. //Historia Original. //Personajes hechos por mí